Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
El concepto de dignidad humana es primordial en lo que respecta a la autoestima, los derechos humanos y la jurisprudencia. Para el autor portugués, José Saramago: “la dignidad no tiene precio. Cuando alguien comienza a dar pequeñas concesiones, al final, la vida pierde su sentido”.
Por considerarlo un concepto importante, se realiza una breve revisión de éste. La dignidad, o “cualidad de digno” (del latín, grandeza”), se refiere al valor inherente del ser humano por el simple hecho de serlo. Es una cualidad consustancial al ser humano.
Es una condición del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no permite que lo humillen ni degraden.
La idea de dignidad personal nace en el origen del cristianismo. El hombre, al considerarse “creado a imagen y semejanza de Dios”, se considera un sujeto libre y por lo tanto responsable de sus actos. Los conceptos de libertad y responsabilidad son indisolubles y unidos al de dignidad.
Mahatma Gandhi, líder político de la India, consideraba que: La dignidad de la naturaleza humana requiere que enfrentemos las tormentas de la vida.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos menciona que todas las personas son libres e iguales en derechos; es decir, da reconocimiento a la dignidad humana, plasmada en tratados internacionales, así como en diversas legislaciones. Esta dignidad se refiere a la protección y la garantía de que cada ser humano constituya la base del Estado de derecho; deriva del respeto a uno mismo y a los demás.
En conclusión, la dignidad humana es el derecho que tiene cada uno de ser valorado como sujeto individual y social, en igualdad de circunstancias, con sus características y condiciones particulares, por el solo hecho de ser persona.