LA PAZ, Bolivia
Agencia AP
En medio de la campaña electoral rumbo a las elecciones del 18 de octubre en Bolivia, los ánimos se calentaron entre seguidores y opositores al Movimiento al Socialismo (MAS), del expresidente Evo Morales, después que un Tribunal de Justicia de primera instancia decidiera ayer rechazar una demanda para que se elimine la personalidad jurídica del partido.
Con basura, a empujones y a puñetazos chocaron ambos bandos, por lo que la policía intervino y detuvo a varias personas.
«Esta es la victoria de una batalla legal y seguimos en carrera para las elecciones», expresó el abogado del MAS, Wilfredo Chávez. Poco después, sus militantes celebraron con una marcha por el centro de La Paz.
La senadora crítica al MAS, Carmen Eva Gonzáles, quien presentó la demanda, dijo ante los medios al salir de la audiencia que acudirá al Tribunal Constitucional, el de última instancia porque que considera que el candidato presidencial por el MAS, Luis Arce, incurrió en una falta al develar encuestas, por lo que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) debería retirar sus siglas y evitar así que participe en los comicios.
El abogado constitucionalista, Willians Bascopé, explicó a la televisora Red Uno que por los tiempos que toma el análisis de esta demanda «no alcanza para que se aplique en estas elecciones. La decisión que tenga el Tribunal Constitucional vendrá después».
«Creo que es necesario entender que la sanción al MAS debe ser a través del voto por todas las faltas que ha hecho», agregó.
A 13 días de los comicios, la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE) llamaron a la calma después de que se produjeran al menos 27 choques callejeros durante la campaña entre seguidores de los candidatos, que marcan la recta final de la campaña electoral para los comicios.
«Es muy importante bajar las presiones, la violencia no sirve. Es importante ahora organizar estas elecciones inclusivas, creíbles y democráticas, y vamos adelante (en) este proceso pacíficamente por favor», expresó el lunes el encargado de Negocios de la Unión Europea (UE) en Bolivia, Joerg Schreiber.
A su vez, la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia (OACNUDH), identificó en un reciente informe 27 agresiones entre partidos en seis de los nueve departamentos y agresiones a tres periodistas.
El expresidente Carlos Mesa (2003-2005) —del centrista Comunidad Ciudadana (CC), segundo en los sondeos— denunció en rueda de prensa 16 agresiones, ocho de ellas físicas y dos graves. Todas de parte de militantes del MAS. Al igual que las organizaciones políticas: como Creemos, del exlíder cívico Luis Fernando Camacho, que va tercer en los sondeos y el mismo MAS.
Mientras tanto, el presidente del TSE, Salvador Romero, anticipó que será una «jornada electoral tranquila» y pidió cordura a los militantes y seguidores de los partidos para evitar violencia.
El fin de semana se realizaron dos debates. Sólo en uno participaron los siete candidatos y no hubo confrontación de ideas entre los favoritos: Arce y Mesa.
En cuanto al orden público, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, anunció que policías y militares saldrán a las calles el día de la votación.
Grescas callejeras entre militantes han marcado la campaña en los últimos días. El viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santa María, acusó al partido de Morales de supuestos «afanes desestabilizadores» que éstos han rechazado.
Murillo estuvo la semana pasada en Washington para gestionar una mayor presencia de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante denuncias de Arce de un posible fraude.
En tanto, el Centro Carter —que actúa como observador en procesos electorales y hace el papel de mediador en crisis internacionales—- envío el fin de semana a dos expertos en análisis electoral que reforzarán las tareas de otros cuatro expertos que llegaron en julio para hacer seguimiento al proceso electoral. Ese organismo no enviará esta vez un equipo amplio de observadores debido a la pandemia.
Tampoco la Unión Europea desplegará a un equipo numeroso de observadores como en anteriores comicios, y más bien anunció el envío de una «misión de expertos» para reforzar el proceso electoral.
Las elecciones están llamadas a zanjar la crisis política originada por la renuncia de Morales en 2019 tras acusaciones de fraude en las anuladas elecciones de octubre del año pasado, que provocaron la muerte de 36 personas.