Por PAOLA FLORES
LA PAZ
Agencia AP

El candidato Luis Arce no asistió ayer al segundo debate presidencial de Bolivia. Sin embargo, en la víspera el líder de las encuestas estuvo presente en el primero junto con los otros seis postulantes, tras 18 años sin un foro.

Los debates inician una nueva etapa antes de las cruciales elecciones programadas el 18 de octubre. Los bolivianos buscan zanjar la crisis política que estalló a fines del año pasado tras unos comicios denunciados como fraudulentos, que provocaron protestas y la renuncia del expresidente Evo Morales, quien está exiliado en Argentina desde diciembre.

Los comicios se postergaron al menos tres veces a causa de la pandemia de coronavirus, que puso la economía en una contracción y sin liquidez, por lo que la presidenta interina Jeanine Áñez ha solicitado créditos internos y externos. El mes pasado, la mandataria declinó postularse a la presidencia.

Además de Arce, miembro del partido de Morales, también se ausentó Luis Fernando Camacho, empresario y exlíder del Comité Cívico de la región de Santa Cruz, donde se concentra su apoyo. Ambos candidatos no asistieron porque tenían otros compromisos. Arce asistió a una entrevista con una televisora en el mismo horario.

En el debate se abarcaron varios temas y hubo acceso a réplicas entre los aspirantes. En cambio, en la víspera, el evento organizado por la Federación de Asociaciones Municipales y la Confederación de Universidades de Bolivia, provocó críticas por su formato de pregunta y respuesta sin cuestionamientos directos.

Durante el primer debate, Arce —quien fungió como ministro de Economía durante la gestión de Morales— alabó el modelo económico que condujo a «una estabilidad» a base de bonos, además de la creación de empresas estatales, el congelamiento del tipo de cambio y la nacionalización de hidrocarburos.

Sin embargo, reconoció la contracción por la que pasa la economía, por lo que propuso no pagar la deuda por dos años. «El capital de interés a los organismos internacionales, lo que más o menos generará 1.600 millones de dólares, servirá para que nos dé un alivio», señaló.

Los demás candidatos criticaron esta forma de manejar la economía.

«Estamos hartos de 14 años de fraude económico y corrupción… necesitamos una inyección de liquidez, generación de empleo, necesitamos inyectar 6.000 millones de dólares a la economía en el primer año de gobierno», declaró el candidato Carlos Mesa, quien gobernó al país de 2003 a 2005.

Ante la pregunta de si va a renunciar como lo hizo en 2005 asediado por conflictos sociales, Mesa aseguró: «No voy a renunciar, voy a gobernar con claridad y decisión del 2020 al 2025».

En tanto, Camacho, quien se ubica tercero según las encuestas, criticó la falta de apoyo al sector productivo y aseguró que busca un país que apoye las iniciativas de producción de pequeñas y grandes empresas.

Los eventos rompen un periodo de 18 años en los que no se celebraron debates. Durante ese tiempo, el Movimiento al Socialismo (MAS), al que pertenece Evo Morales, se rehusó a asistir debido a que aseguraba que el mandatario debatía con el pueblo de la nación.

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