CIUDAD DE MÉXICO/AP
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo el este que pedirá al Senado que programe un referéndum para preguntarle a la ciudadanía si quiere que se investigue y que en su caso se presenten cargos contra sus predecesores, incluidos casi todos los expresidentes vivos de México.
López Obrador propuso el referéndum para el 6 de junio de 2021, fecha de las elecciones parlamentarias de mitad de su sexenio y que son clave para que el presidente retenga su escasa mayoría en el Congreso.
El referéndum podría ser una forma de atraer votantes a las urnas, porque las elecciones de medio período en México a menudo tienen una participación baja y porque podría desviar la atención de los problemas del gobierno actual con la economía y la pandemia de coronavirus, al centrar la atención en abusos del pasado.
López Obrador ve la consulta nacional como un mecanismo para concretar sus acusaciones de una «corrupción sistemática» desde 1988, especialmente con programas económicos conservadores y privatizaciones.
«Los desastres humanos, sociales y nacionales sufridos por el país durante esos treinta años fueron resultado de una suma de actos voluntarios y racionales por parte de quienes lo gobernaron en ese lapso», dijo López Obrador en su petición escrita de consulta popular. »
«Los males señalados… no ocurrieron de manera fortuita, sino que fueron consecuencia de la aplicación, durante cinco sexenios, de un modelo político y económico elitista, antidemocrático, antinacional y antipopular», agregó. «Esa etapa trágica en la vida del país se denomina periodo neoliberal o neoporfirista», dijo, en alusión a la dictadura de Porfirio Díaz (1884-1911).
La ley actual permite castigar los actos de corrupción, pero no está claro si López Obrador puede investigar a exmandatarios por decisiones de política con las que no está de acuerdo, como las privatizaciones generalizadas de empresas gubernamentales llevadas a cabo por Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
El presidente pareció equiparar esas políticas con la corrupción, como la práctica frecuente de ofrecer a sectores privilegiados acuerdos favorables en contratos gubernamentales o en privatizaciones.
«En el periodo neoliberal, la corrupción se convirtió en la principal función del poder político», añadió.
En el pasado, López Obrador había evitado ahondar en las fechorías de gobiernos pasados, diciendo que «la venganza no es mi fuerte» y que es mejor el «perdón y olvido».
El único presidente vivo que no ha sido mencionado por López Obrador es Luis Echeverría, quien tiene 98 años.
Una fiscalía especializada presentó cargos contra Echeverría por una masacre de estudiantes en 1968, pero un tribunal lo exoneró en 2007.
Por otra parte, los partidarios del partido Morena, al que pertenece López Obrador, han estado tratando de recolectar alrededor de 2 millones de firmas en una petición para celebrar el referéndum antes de la fecha límite del martes. El presidente dijo el martes que esperaba que obtuvieran ese número.