Un policía sostiene una bengala durante una protesta en la que exigen mejores salarios y condiciones de trabajo en medio de la pandemia del coronavirus en Argentina. Foto La Hora/AP/Natacha Pisarenko.

Por DÉBORA REY
BUENOS AIRES
Agencia AP

Con los contagios por coronavirus en alza y tensión social en aumento por la crisis económica en Argentina, el gobierno de Alberto Fernández enfrentaba ayer una masiva protesta de policías en el principal distrito del país en reclamo de mejoras salariales justo en momentos que la inseguridad encabeza las preocupaciones de la población.

Las manifestaciones son protagonizadas desde el lunes por la noche por policías retirados y en actividad junto a sus familiares en municipios cercanos a la capital como La Matanza, Lanús, Adrogué y La Plata y otros del interior del distrito.

Con 90.000 efectivos, la policía bonaerense es la más numerosa del país.

El malestar de los efectivos se trasladó también a la residencia del presidente Fernández, en la localidad bonaerense de Olivos, suburbio al norte de Buenos Aires. Las imágenes de decenas de policías, muchos de ellos armados, manifestándose con banderas y bombos generó el repudio de dirigentes del oficialismo y la oposición.

«No estoy dispuesto a aceptar ciertas formas de la demanda porque no tienen que ver con la vida democrática, porque no tienen que ver con la institucionalidad», dijo el presidente en un mensaje grabado difundido el miércoles por la noche.

«Cuando veo aquí en Olivos tantos patrulleros parados… estoy pensando en cuántos ciudadanos se quedaron sin patrullaje (sic) hoy de esos autos y dejaron a merced de quienes delinquen la suerte de los ciudadanos. Espero que reflexionen y cesen cuanto antes con esta mecánica», reclamó.

Los uniformados han dado a conocer un petitorio con más de una docena de reclamos, entre ellos, un aumento salarial de al menos 56% para algunas categorías y más elementos de protección en un contexto de incremento de los contagios por COVID-19. También pidieron no ser sancionados por la protesta.

Los policías ya se habían retirado de la residencia presidencial antes del mensaje de Fernández, pero continuaban manifestándose en los otros puntos de la provincia.

Si bien no convalidó el método de protesta, el mandatario admitió que el reclamo es legítimo y anunció la creación de «un fondo de fortalecimiento financiero y fiscal» para Buenos Aires.

Adelantó que se financiará con recursos equivalentes a un punto de la coparticipación de impuestos que se le quitará a la ciudad de Buenos Aires. El anuncio promete tener derivaciones políticas, ya que implica la transferencia de fondos desde la capital, que es gobernada por el alcalde opositor Horacio Rodríguez Larreta, al gobernador de la provincia Axel Kicillof, del mismo partido peronista de Fernández.

El presidente no dio detalles sobre qué tipo de mejora salarial recibirán los policías.

El nudo central del reclamo son los bajos salarios —los oficiales de menor rango reciben 34.000 pesos (unos 430 dólares) al mes— en un contexto de inflación y crisis económica agravada por la pandemia.

Antes del coronavirus, los policías compensaban estos bajos ingresos con sumas adicionales que recibían por la custodia de partidos de fútbol y recitales pero todo está suspendido por la cuarentena desde hace seis meses.

«Lo único que queremos es que nuestra voz se haga escuchar y que sea eco de cuál es la situación real de cada uno de los efectivos de la policía de la provincia de Buenos Aires de sueldos paupérrimos, efectivos heridos, abandonados en la total indigencia», dijo el oficial ayudante Mariano Alderete, vocero del epicentro de la protesta en la localidad de La Matanza, suburbio al oeste de la capital.

Allí más temprano un agente identificado como Oscar Pagano se subió a una antena de comunicaciones y amenazó con arrojarse al vacío si los reclamos no eran atendidos. Tras dos horas de zozobra, bajó y fue asistido por personal médico. En posterior contacto con periodistas, afirmó que su objetivo era «llamar la atención» de las autoridades porque «siempre nos prometen y no cumplen con nada».

Entre los reclamos, también afirman que se pagan el alcohol en gel de su bolsillo y que los compañeros de los agentes infectados no son aislados adecuadamente. Al mismo tiempo exigen móviles policiales sin desperfectos técnicos y capacitación y entrenamiento permanente.

Carlos Bianco, jefe de gabinete del gobierno de la provincia de Buenos Aires, dijo más temprano que el Ejecutivo provincial dará a conocer entre el jueves y el viernes una decisión sobre los reclamos que incluirá un aumento salarial cuyo porcentaje no precisó.

«Coincidimos en que el salario está retrasado… el aumento que dimos en abril de 4.000 pesos (unos 52 dólares) fue un refuerzo pero con la inflación de los últimos meses se fue licuando y teníamos previsto mejorarlo», dijo Bianco.

La inflación en los primeros siete meses del año fue de cerca de 16% mientras que 2019 registró un alza del costo de vida de 53,8%.

Lo que dificulta las negociaciones es la falta de interlocutores definidos del lado de los policías. Esto se debe a que no pueden sindicalizarse y carecen de una figura legal para sentarse a negociar aumentos salariales.

El reclamo se produjo pocos días después de que el gobierno de Fernández anunciara un plan contra la delincuencia para las localidades cercanas a Buenos Aires -crónicos focos de violencia-, que supone el despliegue de miles de efectivos y fondos por unos 480 millones de dólares.

La inseguridad aparece en varias encuestas como la mayor preocupación de los argentinos, por encima de la crisis económica y la pandemia.

El plan de seguridad prevé el despliegue de 3.957 efectivos, la formación de 10.000 nuevos policías a lo largo de 18 meses y la provisión de 2.200 nuevos móviles policiales.

Argentina ha reportado más de 510.000 casos del nuevo coronavirus y cerca de 10.600 decesos.

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