Por DARIA LITVINOVA
MOSCÚ
Agencia AP
Rusia aseguró hoy que espera que el caso de Alexei Navalny no perjudique las relaciones con Occidente, al tiempo que crecen las demandas para que Moscú investigue el aparente envenenamiento del líder opositor.
Navalny, de 44 años, está en coma en un hospital de Alemania. Los médicos allá señalaron que las pruebas apuntan a un envenenamiento.
Entretanto el primer ministro británico Boris Johnson se sumó al coro de líderes internacionales que han pedido una investigación exhaustiva y transparente sobre lo ocurrido con el opositor ruso.
«El envenenamiento de Navalny ha estremecido al mundo», expresó Johnson en un tuit.
«Los responsables deben ser llevados a justicia y el Reino Unido se sumará las gestiones internacionales para garantizar que impere la justicia», añadió.
El vocero del Kremlin Dmitry Peskov reiteró hoy que el gobierno ruso «categóricamente» rechaza las conclusiones «prematuras» de que Navalny fue envenenado, y enfatizó que el caso no debe afectar las relaciones con Occidente.
«Por supuesto no deseamos que eso ocurra… pero además, no hay razón para ello», declaró Peskov a reporteros.
«Estamos totalmente interesados en entender cómo es que esto condujo a un coma, no menos que ningún otro», añadió.
Navalny, uno de los críticos más acérrimos del presidente ruso Vladimir Putin y quien ha investigado numerosos casos de corrupción, se enfermó en un vuelo desde Siberia el jueves pasado. El avión realizó un aterrizaje de emergencia y fue llevado a un hospital en Omsk, una ciudad de Siberia.
El fin de semana fue llevado al hospital Charité de Berlín, donde los médicos hallaron inhibidores de colinesterasa en su sistema. Tales sustancias bloquean un químico importante en el organismo, la acetilcolina, que sirve de agente transmisor entre células nerviosas. Navalny está recibiendo el antídoto atropina.
La oposición rusa denuncia que el gobierno intentó envenenar a Navalny, lo que el Kremlin niega.
La presión sobre el gobierno ruso aumentó luego que los médicos en Alemania revelaron sus conclusiones de las pruebas. La canciller alemana Angela Merkel pidió una investigación exhaustiva, y tanto Francia como Noruega se hicieron eco del reclamo. El secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo afirmó que su país «está dispuesto a asistir» en las investigaciones si las versiones de envenenamiento «resultan ciertas».