Por DAISY NGUYEN y SETH BORENSTEIN
SAN FRANCISCO
Agencia AP
Los habitantes del norte de California enfrentaban múltiples amenazas: incendios forestales, el humo que despiden, el calor extremo de la temporada, la amenaza de cortes eléctricos y la actual pandemia, las cuales obligan a muchos a sopesar los riesgos de permanecer encerrados o salir de casa.
La ceniza esparcida en el suelo y el humo de diversos incendios creaban condiciones insalubres en la atmósfera y aumentaban las preocupaciones por las personas más propensas a sufrir enfermedades respiratorias.
Debido a que la calidad del aire estaba alcanzado niveles peligrosos en algunas partes, las autoridades de salud pública exhortaron a la gente a permanecer en sus casas con las ventanas y puertas cerradas hasta que el humo se disipe.
El humo puede irritar los ojos y las vías respiratorias, y causar tos. Una alta concentración de partículas en el aire puede provocar que las personas que sufren asma, enfisema o enfermedad pulmonar obstructiva crónica tengan dificultades para respirar y jadeen.
«Me siento mareado y soy una persona saludable de 30 años. Imagina lo que se siente si eres un adulto mayor o tienes asma», dijo Kyle Laurentine, de San Mateo. «Me preocupa, en especial en estos tiempos de COVID-19, que estemos en un estado de vulnerabilidad respiratoria».
Pero debido al llamado a ahorrar energía a fin de evitar otra interrupción eléctrica escalonada, las personas que enfrentan una prolongada y sofocante ola de calor y el humo de los incendios deben elegir entre encender sus ventiladores y aires acondicionados o apagarlos para no consumir electricidad.
«Estos desastres necesitan soluciones que se contraponen directamente», dijo Jennifer K. Balch, científica sobre incendios de la Universidad de Colorado». «El COVID-19 nos está obligando a salirnos de casa para reducir el peligro de transmisión mientras el humo extremo de los incendios forestales nos obliga a meternos de nuevo porque el aire está mejor dentro. Nos estamos quedando sin opciones bajo el peso de desastres concurrentes».