POR REDACCIÓN LA HORA
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El presidente del Banco de Guatemala, Sergio Recinos, participó en el Webinar “¿Cuáles son los planes de acción para una reactivación económica?”, organizado por La Hora, La Hora Voz del Migrante y Banrural, en el cual abordaron los efectos que ha causado la pandemia del COVID-19 en la economía del país, todo esto acompañado de propuestas para ayudar a reactivarla.
ECONOMÍA MUNDIAL
Recinos expuso primero cómo se encuentra el panorama a nivel mundial, considerando información que ha generado el Fondo Monetario Internacional (FMI), resaltando que la estimación más reciente apunta a una caída de la economía mundial del 4.9 por ciento en 2020 y recordó que el año pasado el crecimiento fue de 2.9 positivo.
Además, explicó que no se había registrado una caída de la economía mundial desde 2008, aunque la vista en este año la catalogó como drástica y que el FMI tenía prevista una recuperación en forma de V, estimando un crecimiento del 5.4 por ciento positivo.
Sobre los riesgos para la economía mundial, mencionó las tensiones mundiales entre China y Estados Unidos, así como el tema de los precios y producción del petróleo, resurgimiento de brotes de COVID-19, cierre de empresas a causa de esto, entre otros.
ECONOMÍA NACIONAL
Para el caso de Guatemala, con estimaciones realizadas en junio, Recinos destacó que se tiene un rango de crecimiento que va desde el -3.5 hasta -1.5, y el valor central, que es el escenario base más probable, es que la economía pueda caer en 2.5 por ciento, aseguró.
Para el próximo año, Recinos indicó que no ven una recuperación en forma de V propiamente, pero sí habría un impulso económico importante, que le permitiría al país crecer alrededor del 3 por ciento en el escenario base. Recordó que la cifra del año pasado fue de 3.8 por ciento.
En cuanto a las actividades, destacó las caídas que tuvieron sectores como el alojamiento y servicio de alimentos, es decir, hoteles y restaurantes, transporte y almacenamiento, construcción, explotación de minas de canteras, aunque recordó que esta actividad ya presentaba dificultades, por último, la industria manufacturera, entre otros servicios.
Resaltó que administración pública y defensa tendrían un crecimiento positivo, juntamente con actividades inmobiliarias, información y comunicaciones, entre otros. Para 2021, explicó que el panorama con reducción sería para la construcción, pero recordó que todo esto dependerá también del Presupuesto General de la Nación que presentará el Ministerio de Finanzas.
“La inflación esta bajo control”, mencionó respecto a ese tema y recordó el trabajo de la Junta Monetaria. También resaltó que las remesas cayeron, pero no como se tenía previsto e incluso se han ido recuperando, tampoco se ha dado salida de capitales como sucedió en México y Brasil.
POSTURA DE POLÍTICA MONETARIA
Al respecto, Recinos explicó que han mantenido desde Junta Monetaria una postura “acomodaticia”, es decir, expansiva, bajando la tasa de interés en 100 puntos básicos para este año, para reducir el costo del crédito para soportar la demanda agregada de manera que las empresas y las personas sientan un impacto menor derivado de la pandemia.
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En cuanto al déficit fiscal presupuestario, este es de 6 por ciento para este año y para 2021 se tiene previsto un 3 por ciento, sujeto a lo que se plantee desde el Ministerio de Finanzas en el Presupuesto, ya que incluso se tiene previsto un monto específico para la reactivación económica. Asimismo, resaltó la recuperación del gasto corriente y gasto capital, ubicado en 6.6 por ciento.
REFORMA A LA LEY DE BANCOS
En cuanto a las acciones que ha impulsado la Junta Monetaria para hacer frente a la pandemia, Recinos mencionó entre ellas, instar al Congreso de la República a reformar la Ley de Bancos y Grupos financieros, la cual está pendiente de avalar por los diputados desde hace aproximadamente tres años, la cual dijo es importante para dotar de nuevos instrumentos y seguir fortaleciendo el sistema financiero.
Añadió la gestión junto al Ministerio de Finanzas Públicas, de un financiamiento con el FMI, específicamente la línea de crédito que abrieron por la emergencia para atender problemas relacionados con COVID-19, resaltando que las condiciones de estos son blandas, con plazos de cinco años y tres de gracia, con una tasa de interés variable. Mencionó que esto sería visto por la Junta Monetaria y enviado al Congreso para su ratificación.