MANILA, Filipinas
Agencia AP
Trenes de cercanías, autobuses y otros vehículos públicos se quedaron detenidos hoy en la capital filipina, y la policía reinstauró los controles de carretera para restringir los desplazamientos de la población después de que un repunte del virus forzara una nueva cuarentena.
Las autoridades arrendaron decenas de autobuses y camiones militares para transportar a personal médico y trabajadores de sectores autorizados. Se cancelaron la mayoría de los vuelos internos con origen y destino en Manila, y en algunos lugares se reinstauraron los toques de queda nocturnos.
Algunos supermercados registraron aglomeraciones ayer de personas que se aprovisionaba de comida, después de que el apresurado anuncio de la cuarentena provocara compras de pánico.
Las restricciones son más suaves que las primeras, que confinaron en gran parte a la mayoría de la gente a sus casas durante meses, pero más duras que la cuarentena más reciente en la ciudad. Las medidas afectaban a la zona metropolitana de Manila y las provincias vecinas durante dos semanas.
Negocios que habían podido reabrir de forma parcial, como barberías, gimnasios, restaurantes con servicio en el local y destinos turísticos, volverán a cerrar. Servicios autorizados como bancos, empresas de salud y procesamiento de comida debían encargarse del transporte de sus empleados entre su casa y el puesto de trabajo. Se permitían los desplazamientos en bicicleta, motocicleta y auto privado por motivos esenciales.
El presidente, Rodrigo Duterte, aceptó reinstaurar la cuarentena después de que grupos médicos advirtieran que el servicio de salud estaba sobrepasado por los pacientes de COVID-19. Más de 106.000 personas se han contagiado, de las que 2.100 han muerto.
En India, por su parte, los nuevos casos detectados superaron los 50.000 el martes por séptimo día seguido. Los 52.050 casos registrados en las 24 horas previas llevaron el total nacional a 1,855.745, según la base de datos del Ministerio de Salud. También se reportaron 803 nuevas muertes, elevando el total a 38.938 fallecidos.
Varios líderes políticos indios han dado positivo en coronavirus o iniciado una cuarentena en los últimos días. Desde el domingo, el influyente ministro del Interior Amit Shah y los gobernantes de dos grandes estados están hospitalizados con COVID-19. El ministro jefe del estado de Tripura, Biplab Deb, y el ministro indio de Ley y Justicia, Ravi Shankar Prasad, también se pusieron en aislamiento.
En Vietnam murieron dos personas y se identificaron otros 10 infectados del virus. Los ocho muertos de COVID-19 registrados en el país estaban relacionados con el hospital de Da Nang, donde otra docena de pacientes seguía en estado crítico. Se ha movilizado al Ejército para hacer pruebas diagnósticas y la ciudad de Ho Chi Minh empezará a exigir el uso de mascarillas en público el miércoles, tras cerrar bares y cancelar actos públicos la semana pasada.
En Australia, el afectado estado de Victoria prohibió que las personas que debían estar en aislamiento hicieran deporte fuera de sus casas y endureció las multas para personas infectadas que siguieran yendo a trabajar. El primer ministro de Victoria, Daniel Andrews, dijo que el autoaislamiento era difícil de vigilar si la gente aprovechaba una excusa legítima para justificar otras decisiones.
Equipos de militares y personal sanitario que llamaron a la puerta de 3.000 viviendas y no pudieron encontrar a 800 personas que deberían estar allí porque tenían el virus o estaban esperando el resultado de la prueba.
Victoria reportó 439 casos nuevos y 11 muertes nuevas en el último día.
Tanto China como Hong Kong reportaron menos casos nuevos de COVID-19 el martes, después de imponer estrictas medidas para contener los contagios, que parecían tener efecto.
La China continental reportó 36 casos nuevos en todo el país, por debajo de los 43 del día anterior. De esos, 28 estaban en la región noroccidental de Xinjiang y dos en la provincia de Liaoning, en el nordeste. Otros seis casos llegaron del extranjero.
Hong Kong reportó 78 casos nuevos, la primera vez en casi dos semanas con menos de 100 contagios nuevos. Las autoridades ordenaron el uso de mascarillas en espacios públicos, restricciones al servicio de mesa en restaurantes y aumentó las pruebas diagnósticas para contener el brote.