Por CHRISTOPHER RUGABER
WASHINGTON
Agencia (AP)
Más de 1,3 millones de estadounidenses solicitaron el seguro semanal por desempleo, un ritmo históricamente alto que muestra que muchos empleadores siguen despidiendo personal ante un resurgimiento del coronavirus.
El nivel persistentemente elevado de despidos se registra al tiempo que un incremento en contagios de COVID-19 ha obligado a las autoridades de seis estados a revertir su decisión de reabrir negocios. Esos seis estados —Arizona, California, Colorado, Florida, Michigan y Texas— representan cerca de un tercio de la economía de Estados Unidos. Otros 15 estados han suspendido sus reaperturas. Colectivamente, el cambio de planes ha frenado una tentativa recuperación en el mercado laboral y es probable que detone más despidos.
El informe del Departamento del Trabajo reveló que el número de solicitudes de ayuda por desempleo disminuyó desde los 1,4 millones registrados una semana antes. La cantidad rebasa el millón por 16ta semana consecutiva. Antes de la pandemia, el máximo histórico para las solicitudes semanales de ayuda por desempleo estaba por debajo de los 700.000.
El número total de personas que reciben ayuda disminuyó en 700.000 para ubicarse en 18 millones, lo que sugiere que algunas compañías mantienen la recontratación de trabajadores.
Un millón de personas más solicitaron la ayuda la semana pasada a través de un programa aparte para el autoempleo y empleados de trabajo esporádico que son elegibles para recibir esta ayuda por primera vez. Esas cifras no son ajustadas por variaciones estacionales, por lo que el gobierno no las incluye en el conteo oficial.
Los estadounidenses están solicitando la ayuda económica por desempleo teniendo como trasfondo un preocupante incremento de contagios confirmados de coronavirus, con aumentos registrados en 38 estados. El conteo de casos ha acelerado particularmente en cuatro estados que ahora representan más de la mitad de los nuevos contagios reportados en Estados Unidos: Arizona, California, Florida y Texas.
La intensificación del brote y una serie de restricciones más severas de parte de las autoridades ha desacelerado la actividad económica en gran parte del país y podría ser un factor que afecte las contrataciones. El reporte de empleos del gobierno para junio mostró una sólida ganancia de 4,8 millones de empleos y una tasa de desempleos que cayó a 11,1% de 13,3%.