LONDRES
Agencia AP
Manifestantes convocaron hoy a nuevas protestas contra el racismo por cuarto fin de semana consecutivo en Gran Bretaña, pese a que están prohibidas las congregaciones grandes debido al coronavirus.
Había manifestaciones en Londres, Manchester, Edimburgo, Glasgow y otras ciudades.
Centenares de personas se reunieron respetando el distanciamiento social en Glasgow, donde esta semana miembros de la ultraderecha atacaron una manifestación en apoyo a los inmigrantes.
En Edimburgo, manifestantes, incluyendo el novelista Irving Welsh, demandaron el retiro de la estatua de Henry Dundas de la Plaza St. Andrew. El político escocés del siglo XVIII fue responsable de demorar 15 años la abolición británica del comercio de esclavos hasta 1807. En ese tiempo, más de medio millón de esclavos africanos fueron traficados a través del Atlántico.
Centenares de miles de personas han participado en protestas contra el racismo mayormente pacíficas en toda Gran Bretaña desde la muerte de George Floyd a manos de la policía en Estados Unidos el 25 de mayo. Las manifestaciones buscan que el Reino Unido enfrente su propio historial de imperialismo y racismo.
Luego que algunos manifestantes chocaron con la policía y dañaron la estatua de Winston Churchill en Londres y manifestantes en Bristol derribaron la estatua del esclavista Edward Colston, contra manifestantes marcharon la semana pasada con el declarado objetivo de proteger monumentos.
Centenares de ultraderechistas chocaron el 13 de junio con la policía cerca de la estatua de Churchill en Londres, que fue rodeada por barreras como protección.
El primer ministro Boris Johnson declaró que establecerá una comisión para examinar lo que puede hacerse para eliminar la injusticia racial, pero sus oponentes acusan al gobierno conservador de optar por palabras en lugar de acciones.