Por MARCOS ALEMÁN
SAN SALVADOR
Agencia AP
Tras casi tres meses de cuarentena, El Salvador, que impuso las medidas más severas de Latinoamérica para impedir la propagación del COVID-19, dio inicio el martes a la primera fase del levantamiento de las restricciones impuestas a las operaciones comerciales en una reactivación gradual de su economía que continuará hasta agosto.
La ministra de Economía, María Luisa Hayem, señaló que el país operaba al mínimo, a un ritmo entre el 25% y 30% y se estima que en la primera de las cinco fases del plan de reapertura se superará el 58%.
Los taxis amarillos y Ubers comenzaron a recorrer las calles y carreteras, pero el transporte público de pasajeros sigue paralizado. Los talleres de reparación y mantenimiento de automóviles abrieron sus puertas, pero están operando a un 50% de su capacidad.
«Ya estamos listos, nos han dado todas las indicaciones para tomar precauciones, pero no están llegando todos los trabajadores, esto ha sido duro», dijo Antonio Perdomo, un mecánico automotriz, cuando se presentó a trabajar en un taller de la ciudad de Santa Tecla, en la periferia oeste de la capital.
Los salones de belleza y las peluquerías también comenzaron a operar, pero sólo para personas que hacen citas.
También están operando el transporte de carga, los servicios empresariales en línea, suministros de comida a domicilio y para llevar, y las veterinarias atienden por citas. Asimismo, se reactivó el sector de la construcción, manufactura textil y electrónica, los puertos marítimos para exportación e importación y la industria aeronáutica para repatriación, vuelos humanitarios y terminal de carga.
En el sector público, reanudaron actividades las dependencias relacionadas con trámites de inversión y comercio. Las escuelas, colegios y universidades del sector público y privado, siguen cerradas.
El alcalde la capital, Ernesto Muyshondt, levantó el cerco sanitario que por más de 30 días impuso en el centro histórico de la ciudad, pero mantiene cerrados los parques.
Aunque no está funcionando el transporte público de pasajeros, se podía observar mayor circulación de personas y algunos vendedores informales comenzaron a sacar sus mercancías.
«Yo no sé si estamos autorizados, pero yo saqué mi venta porque tengo hambre y tengo que trabajar. Si no me dicen nada, aquí me quedó», dijo Juan Martín, que vende productos varios.
Los bancos y supermercados estaban trabajando, y no se observó mayor aglomeración de personas. «Está tranquilo, hay poca gente», dijo a la AP un vigilante de un centro comercial que pidió no ser identificado porque no está autorizado a dar declaraciones.
Entretanto, el ministro de Salud, Francisco Alabí, advirtió que con la apertura económica habrá mayor exposición de la población y se espera un repunte de la enfermedad, por lo que pidió a las personas a guardar las medidas necesarias para cuidar su salud. Señaló que el sistema de salud del país vive una situación compleja en momentos en que el sistema de salud entró a la fase tres y que se están quedado sin camas libres en las unidades de cuidados intensivos.
Alabi se quejó de que las sentencias de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema los ha dejado sin opciones para combatir la pandemia como el gobierno quisiera, pero dijo que se apoyarán en el Código de salud. Explicó que de las 105 unidades de cuidados intensivos que han sido implementados, 90 ya están ocupadas y los casos crecen cada día.
«El sistema de salud está al límite, de continuar así no vamos a poder dar atención a todos los salvadoreños», advirtió.
La pandemia ha ocasionado enfrentamientos entre el presidente Nayib Bukele y el Congreso. Mientras que el mandatario ha impulsado restricciones severas de movilidad y detenciones a quienes violen sus disposiciones —lo que ha sido cuestionado por activistas y organizaciones internacionales que defienden el respeto a los derechos humanos— los legisladores han pedido mayor flexibilidad.
Según cifras oficiales, El Salvador registra 3.941 casos confirmados, 76 fallecidos, 2.041 personas han vencido la enfermedad, mientras que hay 1.824 activos, 139 en estado crítico y 204 graves.