Jorge Santos

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Defensor de derechos humanos, amante de la vida, las esperanzas y las utopías, lo cual me ha llevado a trabajar por otra Guatemala, en organizaciones estudiantiles, campesinas, de víctimas del Conflicto Armado Interno y de protección a defensoras y defensores de derechos humanos. Creo fielmente, al igual que Otto René Castillo, en que hermosa encuentra la vida, quien la construye hermosa.

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Jorge Santos

Transforme intencionalmente este dicho popular con el fin de representar de alguna manera lo que actualmente está ocurriendo a nivel nacional, a raíz del pésimo trabajo que está realizando el Gobierno de la República para contener, no sólo el avance de la Pandemia, sino la debacle y la crisis profunda a la que someterán a millones de guatemaltecos y guatemaltecas. Como si fuese chiste Giammattei desde el primer caso diagnosticado con coronavirus, ha desinformado, ha mentido, bromeado con la situación e incluso junto a su incompetente Ministro de Salud ha manipulado las cifras de personas contagiadas y fallecidas por COVID 19.

Pero lo más grave de todo, es que este gobierno conocedor de la gravísima condición en la que el país y sus habitantes se encontraban antes de la pandemia, no ha sido capaz de conducir acciones encaminadas a proveer protección social. A pesar de que el Congreso de la República aprobará entre préstamos, bonos del tesoro y ampliaciones presupuestarias más de 20 mil millones de quetzales para atender la emergencia producida por la Pandemia, el gobierno no ha sido capaz de dotar de insumos, equipo de protección al personal sanitario que está en la primera línea de atención y otras muchas necesidades insatisfechas. Mientras la danza de miles de millones de quetzales sigue su curso, en el país tenemos a la fecha, hospitales colapsados, sin insumos necesarios, personal médico al que no les han pagado su salario, sin protección, centros hospitalarios de campaña que no reúnen las condiciones para la atención en estos casos.

Además, la población guatemalteca hundida en la pobreza y la inequidad, en estado de indefensión absoluta, frente a la inoperancia del gobierno, se ve forzada a arriesgar su salud y su vida, así como la de sus seres queridos, para lograr un ingreso mínimo que les permita subsistir. Los casos de desnutrición crónica aumentan considerablemente y la niñez sigue padeciendo el abandono del Estado. Algunas proyecciones refieren que el aumento de la pobreza y pobreza extrema puede alcanzar 3 puntos porcentuales más de la ya existente.

Mientras todo esto ocurre, investigaciones periodísticas de Artículo 35 y Vox Populi Guatemala, señalan que uno de los proveedores de insumos médicos al sistema de salud, es una empresa la cual su propietario tiene una larga amistad con el hijo del Presidente Giammattei. Esta empresa además, antes de la Pandemia se dedicaba a otros negocios, muy alejados de la salud.

El Pueblo sufre una enorme pena, abandonado y desprotegido, el gobierno de Alejandro Giammattei y su gabinete están en la pepena, garantizando el bienestar de los históricos privilegiados y sin lugar a dudas, pagando la deuda política y económica que tiene de 20 años de búsqueda de la presidencia. Inaudito que la protección se le cargue a las y los ciudadanos y que seamos quienes en el marco de nuestras posibilidades donemos para que personal de los hospitales cuenten con agua y equipo de protección.

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