Por SUZAN FRASER
ANKARA, Turquía
Agencia AP
El parlamento turco aprobó hoy una polémica ley propuesta por el gobierno que concederá a las patrullas vecinales una autoridad casi equivalente a la de la policía del país.
La ley se aprobó pasada la madrugada con apoyo del partido del presidente, Recep Tayyip Erdogan, y su aliado nacionalista, pese a la preocupación de los partidos de oposición porque la norma dé poder a fuerzas poco cualificadas y provoque violaciones de derechos humanos y agrave la erosión de las libertades en el país.
La medida se aprobó tras días de tenso debate, que culminaron en escenas de violencia el jueves cuando un legislador opositor dijo haber recibido un puñetazo de un parlamentario del partido nacionalista.
Las patrullas vecinales tradicionales, conocidas como «bekci», vigilaban vecindarios y parques y estaban armadas sólo con porras y silbatos. La figura legal se abolió y fundió con la policía en 2008, pero el gobierno de Erdogan la reinstauró tras un intento de golpe de estado en 2016.
La norma permite a los más de 21.000 guardias vecinales -entre los que ahora también hay mujeres- utilizar armas de fuego, dar el alto a vehículos, identificar a personas y hacer registros corporales. No pueden detener ni interrogar a sospechosos.
El gobierno y su socio nacionalista insisten en que los guardias cubren una necesidad de asistencia a la policía, y que sus nuevas competencias facilitarán la labor policial. Alegan que los barrios son más seguros desde que se reinstauraron las patrullas.
El Partido Republicano Popular, partidario de la secularización de las instituciones y principal grupo opositor, y otros dos grupos, votaron en contra de la propuesta y la describieron como un intento del gobierno de formar una milicia leal. También expresaron su temor a que el contingente, que trabaja de noche, actúe como «policía de la moral» en línea con los valores religiosos y conservadores del gobierno.