Por JOE McDONALD
BEIJING
Agencia AP

La legislatura china aprobó hoy una ley de Seguridad Nacional para Hong Kong que ha tensado las relaciones con Estados Unidos y Gran Bretaña y provocó protestas en el territorio semiautónomo.

La Asamblea Popular Nacional (APN) de China respaldó el proyecto de ley en el cierre de una sesión anual celebrada bajo estrictos controles contra el coronavirus. La votación salió adelante por 2.878 votos a favor y uno en contra, en línea con lo habitual en la institución de alto perfil, aunque meramente ceremonial, que aprueba de forma casi unánime los cambios legales decididos por el gobernante Partido Comunista.

La ley de seguridad de Hong Kong alterará la mini constitución o Ley Básica del territorio para exigir el cumplimiento de las medidas que decidirá el Comité Permanente de la Asamblea, un pequeño organismo controlado por el Partido Comunista que gestiona la mayoría de la legislación.

La ley refleja la determinación del gobierno del presidente Xi Jinping para reforzar los controles en la ciudad luego de 11 meses de protestas antigubernamentales.

Activistas en Hong Kong dijeron que la ley socavará el «alto grado de autonomía» prometido a la antigua colonia británica cuando fue entregada a China en 1997, y podría emplearse para reprimir la actividad política.

El primer ministro chino, Li Keqiang, el segundo hombre con más poder del país, defendió el proyecto de ley calificándolo de coherente con las promesas de Beijing.

«La decisión adoptada por la sesión de la APN está diseñada para la implementación constante de (el modelo) ‘un país, dos sistemas’ y la prosperidad y estabilidad de Hong Kong en el largo plazo», afirmó Li en una conferencia de prensa.

La medida y la forma en la que se promulgó llevó al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, a anunciar el miércoles que Washington dejará de tratar a Hong Kong como autónomo de Beijing.

El jueves, tres legisladores prodemocracia fueron expulsados de la asamblea legislativa de Hong Kong durante un debate sobre un proyecto de ley que criminalizaría los insultos o abusos al himno nacional chino.

En Naciones Unidas, China bloqueó una reunión del Consejo de Seguridad para discutir la legislación el miércoles. El embajador de Beijing ante el organismo, Zhang Jun, dijo en Twitter que los asuntos de Hong Kong son «cuestiones puramente internas de China».

Por otra parte, la Asamblea Popular Nacional de China dio luz verde también el jueves a un presupuesto gubernamental que aumentará el gasto para generar empleo en un esfuerzo por revertir la crisis económica luego de que las empresas se viesen obligadas a cerrar para luchar contra la pandemia del coronavirus.

La pandemia se sumó a los desafíos que enfrenta el gobernante Partido Comunista, como las protestas antigubernamentales en Hong Kong y una guerra arancelaria con Washington.

China ha reportado 83.000 casos de COVID-19, la enfermedad causada por el virus, y 4.634 decesos. Fue el primer país en cerrar fábricas y tiendas y suspender viajes para luchar contra la pandemia, y el primero en levantar las restricciones en marzo, pero sigue luchando para reactivar la actividad económica.

Los analistas del sector privado creen que hasta el 30% de la fuerza laboral urbana china, alrededor de 130 millones de personas, perdieron su empleo al menos de forma temporal. Hasta 25 millones de empleos podrían desaparecer de forma definitiva este año, agregaron.

Beijing dará 2 billones de yuanes (280.000 millones de dólares) a los gobiernos locales para invertir en la consecución de los objetivos, incluyendo la creación de nueve millones de puestos de trabajo nuevos, según el presupuesto. Esto está en línea con las expectativas de un mayor gasto, pero es una pequeña parte de los paquetes de estímulos de más de 1 billón de dólares lanzados o discutidos en Estados unidos, Japón y Europa.

Li señaló que Beijing está en una «posición fuerte para introducir nuevas medidas» si fuese necesario, pero quiere evitar inundar la economía con demasiado dinero. El 70% del gasto planificado se destinará a dar un salario a los trabajadores para aumentar el gasto, el principal motor de la economía, añadió.

«Haremos todo lo posible para mantener estable el crecimiento económico de China», declaró Li. «Al mismo tiempo, debemos asegurarnos de que todas las medidas que se tomen estén bien calibradas».

Como parte de las medidas para combatir el coronavirus, Li se sentó en una tarima en el Gran Salón del Pueblo, la sede de la Asamblea en el centro de Beijing, y habló por videoconferencia con los reporteros, que estaban en un centro de prensa ubicado a 6,5 kilómetros (4 millas). Los periodistas, todos con mascarilla, ocuparon sillas separadas entre sí para seguir la comparecencia de Li en una pantalla.

El primer ministro pidió cooperación internacional para combatir el coronavirus, pero no respondió una pregunta sobre cómo debería realizarse la investigación sobre los orígenes de la pandemia que exigen Estados Unidos y algunos gobiernos más.

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