El presidente Donald Trump responde preguntas durante una sesión informativa sobre el COVID-19 en la Casa Blanca. Foto La Hora/DPA/Europa Press/Polaris Images.

MADRID
Agencia DPA/Europa Press

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que quieren ir a China para investigar cómo surgió el brote de coronavirus y ha asegurado que mantienen conversaciones constantes con el país asiático, pese que a sus peticiones han sido rechazadas en varias ocasiones.

«Estamos hablando con China. Hablamos con ellos hace mucho tiempo acerca de ir. Queremos ir», ha incidido el presidente Trump durante la rueda de prensa en la Casa Blanca.

El presidente de Estados Unidos comenzó la sesión informativa anunciando que continúan las negociaciones con los demócratas en el Congreso para aprobar las ayudas económicas a las pequeñas empresas del país y espera que en las próximas horas se llegue a un acuerdo.

«Me gustaría comenzar diciendo que continuamos negociando con los demócratas para reponer los fondos de las pequeñas empresas de Estados Unidos. Creo que nos estamos acercando a un acuerdo. Se ha realizado un buen trabajo y podríamos tener una respuesta mañana, veremos qué es exactamente lo que ocurre», ha avanzado.

Trump también ha señalado que el Gobierno está trabajando para volver a utilizar la Ley de Producción de Defensa, después de que ya lo hiciera para garantizar la producción de ventiladores, pero esta vez para asegurar la fabricación de bastoncillos.

En ese sentido, ha explicado que el Gobierno está cerca de sellar un acuerdo con una compañía para la fabricación mensual de 20 millones de bastoncillos, un material del que se ha tenido carencias, de acuerdo con las quejas de muchos gobernadores, quienes han criticado la falta de herramientas para poder llevar a cabo las pruebas del COVID-19.

Hasta el momento, ha apuntado Trump, más de cuatro millones de personas han sido sometidas a las pruebas del COVID-19 en Estados Unidos y ha criticado a los gobernadores de los estados por demandar a Washington que las lleve a cabo cuando ellos «quería tener un control total» sobre otras cuestiones durante la gestión de la crisis.

«Querían tener un control total sobre la apertura de sus estados, pero ahora quieren que nosotros, el Gobierno Federal, hagamos las pruebas», ha criticado Trump, para quien las pruebas deberían ser un asunto «local».

La Ley de Producción de Defensa es una normativa de la Guerra Fría –data de la Segunda Guerra Mundial pero terminó de desarrollarse en 1950, durante la guerra de Corea– que confiere a Trump «poderes de guerra» para acelerar la producción nacional de suministros médicos para combatir la pandemia del COVID-19. Trump la activó a finales de marzo.

Por su parte, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha destacado que las áreas metropolitanas de Nueva York, Detroit, Nueva Orleans y Denver han superado ya los peores momentos de la pandemia y en algunos de los casos han logrado cierta «estabilidad».

«El área metropolitana de Nueva York, que incluye Nueva Jersey, Long Island, Connecticut y Rhode Island, parece haber pasado su pico. La de Detroit también parece haber pasado su punto máximo y es estable, como la de Denver y la de Nueva Orleans, que es en realidad la más estable de todas las áreas», ha asegurado.

En cuanto a los estados de California y Washington, las cifras de contagios siguen siendo «bajas y constantes», mientras que el Gobierno, ha dicho, continúa «observando detenidamente las áreas metropolitanas de Chicago, Boston y Filadelfia».

Tras la intervención de Pence, Trump respondió a algunas preguntas más de los medios de comunicación, algunos de los cuales, como la cadena CNN, volvió a cuestionarle por qué aprovecha su comparecencia diaria para elogiarse a sí mismo en vez de a los profesionales que se encuentran trabajando contra el nuevo coronavirus.

«Estoy defendiendo a esas personas. También estoy defendiendo a médicos y enfermeras. No tiene nada que ver conmigo, pero nunca me tratarán de manera justa muchos de ustedes, y lo entiendo», ha concluido antes de abandonar la rueda de prensa.

Estados Unidos es el país más afectado por el COVID-19. El número de casos positivos roza los 780.000 y el de víctimas mortales ha superado los 40.000, siendo el estado de Nueva York el epicentro de la pandemia.

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