Por: Lic. Luis Fernando Bermejo Quiñónez
@BermejoGt
Pasan las semanas y se reporta el crecimiento de casos de coronavirus pero no en la cantidad que crecen en otros países. Paralelamente, aparece información que al comparar el indicador de pruebas de diagnóstico por millón de habitantes, somos el país de Centroamérica con menos pruebas efectuadas, incluso estando debajo en dicho indicador de Belice. A manera de ejemplo de la disparidad en materias de esfuerzos de prueba se presenta en dichas fuentes el indicador de Panamá con 3,472 casos positivos pero 15,567 pruebas realizadas para una tasa de 3,608 pruebas por millón de habitantes, contra 180 casos en Guatemala y una tasa de 134 pruebas de diagnóstico por millón de habitantes. Es claramente reconocible el precario esfuerzo de realizar pruebas de diagnóstico y adicionalmente la poca información que se publica por el Ministerio de Salud en torno a esta temática ya que intencionalmente se omite la información de pruebas de diagnóstico efectuadas lo cual puede redundar en que se reporten “menos casos”. Pero esto último no puede considerarse un logro ya que no se está generando la información necesaria que deba ser nuestra “brújula” en las acciones venideras. La población es escéptica de la información de los pocos casos reportados y sospecharán de las acciones del gobierno si esto no se soluciona con mayor transparencia. No es tiempo de limitar información ni discutir con la prensa, es hora de mostrar la verdad tal cual es a la población.
Por otro lado, están creciendo las llamadas para que el sector público en estos tiempos de crisis también soporte “su parte” de la misma. Al sector privado se le ha ordenado cesar actividades y muchos están siendo objeto de despidos o de suspensiones de labores. Claro está que el Gobierno está poniendo en marchas los compensadores sociales para abordar los despidos y la suspensión de labores. Sin embargo, en el sector público lo contrario ocurre, si bien también se les ha ordenado cesar actividades en casi toda la gama de actividades, esto no se ha traducido en una reducción, por mínima que sea, de sus salarios ni están en riesgo los mismos. Por otro lado, tampoco existe un esfuerzo de abrir las capacidades del Estado en materia de gobierno electrónico. La sensación es que la mayoría de trabajadores del Estado la “están pasando bien”, ni trabajan y recibirán sus pagos, incluso algunos recibirán pagos mayores. Esto no puede continuar así, el sector público debe también realizar esfuerzos y considerables para reducir los gastos del Estado. Particularmente, porque se necesitan esos fondos para atender la ingente crisis fiscal que se avecina y para combatir la pandemia.
Señor Presidente, imite los ejemplos de gobernantes en Paraguay, Uruguay, México y Brasil que han ordenado medidas autorizando la reducción de los salarios de la planilla estatal entera, o como mínimo, imite a Lenín Moreno de Ecuador y reduzca el salario de los funcionarios principales del gobierno si quiere dar un buen ejemplo pero no lo quiere hacer indiscriminadamente a todo el Estado. Reduzca los gastos de transporte, nuevas adquisiciones de vehículos, de seguridad, de gastos de representación, de alimentación y viajes, haga un esfuerzo de reducir los 0-29 que son pagos de favores políticos y ordene un reajuste de la planilla estatal y, por supuesto, tome medidas para denunciar, aunque sea “temporalmente” las onerosas disposiciones de los pactos colectivos con sindicatos del Estado. Por último Señor Presidente, al igual que lo están haciendo muchos países en el mundo, busque para Guatemala una moratoria o suspensión de pagos de la deuda externa del país para reducir el gasto en estos momentos. De esta forma la población percibirá la “solidaridad” del Gobierno. Ahora no la sienten.