Jorge Morales Toj
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Todos coincidimos, que los médicos y todo el personal de salud son los héroes frente a esta pandemia, porque ellos y ellas están en la primera línea de contención de la pandemia. Por otro lado, el sistema de salud ha quedado evidenciado que está por los suelos y que tiene grandes carencias y que tienen que ser los mismos médicos de los hospitales quienes demanden equipo médico adecuado para atender la crisis.
Existe miles de trabajadores, que en medio de condiciones adversas y corriendo el riesgo de contraer el virus se levantan a las 3: 30 am para poder asistir a su lugar de trabajo y desde su trinchera laboral contribuir con la economía del país. En mi opinión, también las y los trabajadores de campo y la ciudad son héroes.
En el área rural, los y las campesinas están trabajado a medio sol, debido a la restricción del toque de queda, sin embargo, con su esfuerzo y trabajo aseguran que las verduras lleguen a los mercados y de esa cuenta contribuyen a la economía nacional.
El Papa Francisco ha dirigido palabras a los “médicos, enfermeros, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, trasportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas”, expresó que ellos son ejemplo de valentía y generosidad porque “ante el miedo, han reaccionado dando su propia vida”.
Hoy más que nunca, la hermandad y la solidaridad entre los pueblos del área rural y de la ciudad son más importantes. Necesitamos más gente como la de Patzicia, quienes enviaron verduras a sus vecinos de Patzún Acciones como la de las panaderías de Quiché que enviaron cajas de pan para Patzún a través de los bomberos municipales. Otro ejemplo de solidaridad, es que algunas empresas brindan a sus trabajadores alimentos y miles de personas se han apuntado para el voluntariado para llenar las cajas de alimentos que el gobierno está repartiendo. Las muestras de solidaridad del pueblo de Guatemala son enormes y seguramente habrá cientos de gestos y acciones de solidaridad en todos los rincones del país dignos de admirar.
Destacan los liderazgos comunitarios y de los pueblos indígenas de casi todo el país, quienes, en aras de la prevención y protección de sus comunidades, se han organizado y con sus propios recursos han colocado cordones de seguridad en las entras y salidas de las comunidades, para asegurarse que todas las personas que ingresen y salgan de su comunidad cumplan las disposiciones gubernamentales para contener la pandemia.
Todas y todos estamos haciendo lo que está en nuestras posibilidades para apoyar a nuestros hermanas y hermanos en esta grave crisis. Hoy más que nunca estamos y debemos seguir de lado de los más vulnerables, de los más desposeídos y de los más olvidados, no importa cuánto demos, lo que importa es aportar con el corazón. Hoy más que nunca, es necesario darle la mano y apoyar al prójimo y profundizar la solidaridad.
Sigamos y hagamos cumplir las sabias palabras del Papa Francisco, quien dijo: “a cultivar y dar testimonio de la esperanza, la generosidad y la solidaridad de la cual todos tenemos necesidad en este difícil momento”.