Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Dominar a otros es fuerza. Dominarte a ti mismo es el verdadero poder.” Lao Tzu.

No cabe duda, que el tema del momento es el origen de nuestro confinamiento parcial, las acciones del gobierno de turno, lo que quisiéramos que no hicieran, y lo que esperamos que hagan, se disocian, como un mundo paralelo, vemos y escuchamos noticias que parecen ser de otro lugar, muy alejado de Guatemala, pero no es así, todo se cuece acá. Un ejemplo patético, por no llamarlo de otra forma, es el de una pareja, que insistentemente, quisieron pasar al Puerto, naturalmente se los impidieron, y alguien les entrevistó, sobre las consecuencias de irrespetar las restricciones, si no nos encontráramos en la situación que nos encontramos, la respuesta hubiera sido recibida como humor negro, pero fue su respuesta natural, “De algo nos tenemos que morir”. Ante esa realidad, el Presidente puede suplicar todos los días, que actuemos si no solidariamente, por lo menos maduramente, si un alto porcentaje de guatemaltecos, aprecian tan poco su vida como los entrevistados, deberían sopesar, que el problema no es solamente su vida, es la vida de toda la población, porque si un contagiado es un gran problema, dos lo son más, agrava aún más la situación, porque estos se multiplican por cientos o miles.

Paralelo a nuestras miserias humanas, me llamó la atención lo ocurrido en Nueva Zelanda, estamos comparando dos mundos totalmente opuestos, económica, cultural y socialmente, veamos, a ese país como a todos los demás llegó el Covid-19, el mismo virus que llegó acá, e inició el contagio, pero, y, este es el pero de la diferencia: Primera) Que se aplicó: “Cuando Islandia detectó su primer caso de covid-19 en febrero pasado, ya llevaba semanas haciendo pruebas para detectar el virus en turistas o personas que regresaban de viaje al país.” Segunda: “No solo se testearon casos sospechosos, potenciales contagios o personas en grupo de riesgo: el gobierno ofreció la prueba de coronavirus, a quien quiera hacérsela y de manera gratuita” O sea todo el país. Tercera Diferencia: “Una vez que los casos fueron identificados, las autoridades procedieron y proceden con un seguimiento “riguroso” de los contactos de las personas contagiadas, que son puestos en confinamiento independientemente de su estado de salud.”

Resultado: Decisiones más agresivas que otros países desarrollados, como el confinamiento para toda su población durante un mes y el cierre total de fronteras, dan como resultado que en ese país no existió hasta el momento curva, la enfermedad se desarrolló en forma lineal, derivado de que, la Primera Ministra apostó por la eliminación del virus, no su mitigación, hasta el 8 de abril, se reportó solamente un muerto por coronavirus en Nueva Zelanda.

Nos preguntamos ¿Cómo es posible que nuestro Presidente sea médico y la situación se haya manejado de forma diferente?

Las respuestas son muchas, y los responsables también, un país hundido por años en el pozo más profundo de la corrupción, ¿Desde hace cuentos años, ministros, presidente, secretarios y diputados han piñateado el erario nacional? Por lo menos yo nunca he vivido en un país sin corrupción, la que se ha apoderado como manto negro de la sociedad guatemalteca, que ya ni exige, agradece lo poco que se le pueda ofrecer, de parte de sus empleados elegidos directa o indirectamente.

Era imposible que el actual Presidente tuviera la reacción de la Primera Ministra de Nueva Zelanda, porque recién llegó al poder, el Estado se encuentra en trapos de cucaracha, después del saqueo de tantos años atrás, más eso no significa que no se haga el mejor trabajo, principiando por nosotros mismos, exponiéndonos con nuestras falencias lo menos posible, y de parte del aparato estatal, esperamos “resultados”, como escuchar a los académicos, recibir la ayuda no solo económica, porque el aire no se puede comprar, también de instituciones como la USAC, que presentó una buena alternativa a los respiradores, hay que apoyar, hoy es cuando más necesitamos se ejecute el cien por ciento del Presupuesto, pero de forma efectiva y transparente.

Esperamos que se masifiquen las pruebas, se cierren verdaderamente las fronteras, y si viene un connacional inmigrante, se le testee, y adicional a esto se le envié sin excusa alguna a un espacio seguro de cuarentena, nuestra gente vive de necesidad, muere de pobreza física y emocional, este es el único momento, en el que si necesitamos mano dura para paliar la que se nos puede venir.

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