Arlena Cifuentes
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Intento procesar la escasez de entendimiento de los habitantes de Guatemala. Triste es tener que aceptar que se distinguen por la ausencia de “sentido común”, lo que no se aprende en la universidad, pero que se va adquiriendo en el transcurso de la vida, sus mentes están vacías. Probablemente estoy fuera de contexto ya que la gran mayoría, ricos y pobres son portadores de este mal.
En la última conferencia de prensa el Presidente ha anunciado que a partir del lunes todos deberán utilizar una MASCARILLA CON CARÁCTER DE OBLIGATORIEDAD. El Dr. Giammatei desconoce que miles de sus conciudadanos no tienen acceso a ellas, no pueden pagarlas. Por su parte, los proveedores están haciendo de las suyas ante la ausencia de los controles correspondientes. Es inadmisible ver al Presidente en sus conferencias de prensa informando sobre el número de infectados que van en aumento, congratulándose siempre de que han están siendo exitosos en el control de la expansión del virus. Si calculamos los tiempos en los que apareció el primer caso y el comportamiento del mismo en los países del primer mundo, nos daremos cuenta que no hay ningún manejo exitoso. Será la rosca tan sofocante para hacerle perder la cabeza de tal manera y afirmar tales disparates. El miércoles Santo anuncia que la evidencia de más de veinte casos diarios lo obligará a imponer medidas más drásticas. Porqué esperar al lunes, muy pronto este número será superado.
También el día lunes se distribuirán tres millones de mascarillas las cuales son lavables. Cómo las lavarán si ni los hospitales cuentan con jabón ni lavamanos. La población no sabe cómo utilizarlas y no hay instrucciones para ello; es decir, que el uso incorrecto puede convertirse en una fuente de contagio.
En sus declaraciones el Presidente no menciona qué se está haciendo para proteger al gremio médico del cual forma parte. Hay varias solicitudes dirigidas al mandatario como a la Cartera de Salud solicitando ayuda, incluidos los directores de hospitales nacionales las cuales no han sido favorecidas por su atención. Yo propongo al gremio médico, si es que tienen un poquito de dignidad, ya que han demostrado carecer de faldas y de pantalones, que a partir de la muerte del primer colega, se paralice la atención y exijan el equipo adecuado para protegerse del contagio.
Pedir a la población el “favor” para que no salga a la calle, “quédate en casa”, esta frasecilla debería estar dirigida a la clase media y hacia arriba en la escala social. Son ellos quienes han llenado las calles, bancos, supermercados y restaurantes de comida rápida. Es injusto, darnos cuenta que son miles de personas quienes deben seguir exponiéndose para ganar el sustento diario por necesidad.
Las medidas tomadas por el Dr. Giammatei influido por quienes le rodean han sido totalmente equivocadas. El Presidente, dada la gravedad de la crisis, que constataremos en los próximos días, no debe pedir favor. Ante una población con tan escasa comprensión, su deber es poner en vigencia medidas más drásticas; no timoratas, lo cual tendrá que hacer más temprano que tarde teniendo que pagar un precio demasiado alto.
El anuncio de que solo si hay de veinte contagiados diarios hacia arriba obligará a cambiar las medidas hasta hoy vigentes es un absurdo. Esta cifra será rápidamente rebasada y entonces que argumentos utilizaran sus asesores para justificar la mortandad. Alguna vez reconocerán que esta crisis en las dimensiones en la que la viviremos pudo haberse evitado. Tanto el Ministro como los viceministros de Salud son médicos inexpertos que están ad-hoc para el escaparate, pero no para enfrentar la crisis. Tengan MISERICORDIA del pueblo de Guatemala. Esto pudo prevenirse pero la ceguera y la torpeza en el manejo de la crisis no lo permitió.
Urgen medidas serias, responsables, que protejan verdaderamente la vida de la población.