Alfonso Mata

1. LOS ELEMENTOS DE SU ATENCIÓN

Desde un punto de vista biológico, el envejecimiento implica una reducción progresiva de las capacidades físicas y mentales, y un aumento del riesgo de contraer enfermedades (OMS 2015). El aumento de la proporción de adultos mayores en la población, significa una creciente demanda tanto de servicios de salud como de cuidado. Y cuando se produce una epidemia, justifica mayor atención a esta población especialmente por varias razones relacionadas con la epidemia.

• Nadie tiene inmunidad al patógeno, es decir, cualquier persona que entre en contacto puede enfermarse y la cadena de transmisión no podrá interrumpirse;

• Sabemos poco sobre el virus y la enfermedad: hay que acumular conocimiento sobre el mecanismo de transmisión, el mismo período de incubación, etc.

• No existen reactivos para el diagnóstico rápido y en masa (solo ciertos laboratorios especializados pueden confirmar la presencia de este virus; todavía no se ha establecido la producción en masa de reactivos y sistemas de prueba;

• No hay medicamentos antivirales específicos y datos sobre la efectividad de los medicamentos disponibles en nuestro arsenal;

• No hay vacunas para la prevención, no solo no hay suficientes vacunas producidas y listas para usar, ni siquiera se han inventado todavía, y esto no es tan fácil de hacer.

• El hecho de que los pacientes asintomáticos sean fuentes potenciales del virus 2019-nCoV es algo que vuelve difícil el trabajo de su control de trasmisión, especialmente cuando el trasmisor puede entrar a las comunidades por varias vías. Vale la pena enfatizar que el virus, puede transmitirse cuando las personas desarrollan síntomas y se sospecha que también cuando no lo hace. Al mismo tiempo, la gripe puede propagarse antes del inicio de los síntomas.

• Pero hay una situación que debe obligar a reorientar el ataque y es que las complicaciones mayores observadas en esta epidemia, que apareció en una sociedad sumamente organizada y se difundió a sociedades como las europeas de igual característica donde se tienen menos desigualdades sociales y económicas entre sus ciudadanos, el grupo ciudadano de riesgo a sus complicaciones y a su letalidad siempre es el mismo: la tercera edad.

De tal manera que se ha encontrado que en esas sociedades las complicaciones y la letalidad se de en mayores de sesenta años de edad que tienen como característica para que ello suceda dos cosas: mayor comorbilidad y un proceso de cambio en sus respuestas inmunes propias de esas edades, pero que desafortunadamente favorecen que el coronavirus se multiplique y crezca con mayor agresividad en esos sujetos.

2. CORRETEANDO A LOS GRUPOS DE RIESGO

Nuestra población mayor de 60 años de acuerdo a las proyecciones censales es de 1,199,509 y representa entre el 4 y el 9% del total de la población de cada departamento y área de salud (ver cuadro al final).

De esa población mayor de 60 años, aproximadamente una cuarta parte (uno de cada cuatro) demanda de cuidados de alguna naturaleza para su salud y aunque la familia sigue siendo su principal proveedor de cuidados, en momentos como el actual eso no resulta ni suficiente ni enteramente posible ni adecuado.

Estos fenómenos demográficos señalados, requieren la atención de los tomadores de decisiones en el ámbito de las políticas de salud y protección social y en ese sentido.

En una primera etapa, para obtener una idea de la dimensión de la necesidad de cuidados que enfrentarán los adultos mayores y que demandan de intervención del sistema de salud, el objetivo debería ser documentar la situación demográfica, epidemiológica mórbida de la salud de los adultos mayores (comorbilidad y la calidad de la misma, sus limitaciones y su condición de dependencia funcional) además de sus principales características socioeconómicas.

– ¿Quién podría hacer esto? Personal voluntario.

– ¿Quién podría ser este? universitarios que por esa prestación, deberían obtener de parte de sus universidades, los créditos correspondientes. Esta actividad es urgente.

En una segunda etapa, las áreas de salud, en base a sus hallazgos, deberían de planificar dos cosas: la vigilancia y monitoreo de sus condiciones seleccionando los de mayor riesgo y de desatención a su comorbilidad y el monitoreo de estado de salud vía telefónica u otra.

El objetivo no es solamente documentar las necesidades presentes y futuras de cuidados de corto y largo plazo, y la mejor forma de afrontarlas, sino también generar evidencia que permita evaluar de qué manera es posible reducir los niveles de riesgo mediante la disminución de los factores de riesgo que llevan a que la comorbilidad se incremente y reorganizar los servicios de salud en función de ello.

Todos los de la tercera edad deberían de estar en cuarentena y bajo vigilancia.

3. LOS SERVICIOS DE SALUD Y LOS TRABAJADORES DE LA TERCERA EDAD

Necesitamos héroes no mártires. Esta más que demostrado el alto riesgo y las experiencia negativas que se ha tenido en los países con la epidemia más avanzada, con el personal de la tercera edad trabajando en los servicios de salud: muchos casos de gravedad y de complicaciones e incluso muertes. Por consiguiente: este personal debería de ser retirado y substituido por personal más joven, no significando ello pérdida de su empleo y pudiendo ser útiles trabajando desde su hogar en procesos de capacitación, atención de consultas vía telefónica de pacientes y de colegas etcétera.

4. NO POR TENER MENOS POBLACIÓN DE LA TERCERA EDAD ESTAMOS EN MENOR RIESGO

Población mayor de 60 años en ALC y otras regiones, 2015 frente a 2050 (%)

 

A pesar de que solo un 7% en promedio de nuestra población, es mayor de 60 años contra un casi 24% de Europa (por cierto puede ser que en Italia la mortalidad total reportada sea tan alta porque tiene mayor cantidad de personas de la tercera edad que Asia (24% vrs 12% de Asia) pero si consideramos que los mayores de 80 años son de mayor riesgo por su comorbilidad y de cómo esta se comporta, la cosa cambia la diferencia se hace menor entre países y regiones.

Población de 80 años y más como proporción de la población adulta mayor en países de ALC y otras regiones: 2015 frente a 2050 (%)

Fuente de las gráficas disponible en https://esa.un.org/unpd/wpp/Download/Probabilistic/Population/).

Tres cosas: tenemos servicios clínicos y preventivos deficientes para la tercera edad, las coberturas del sistema de salud alcanzadas en esas edades son bajas, desconocemos sus necesidades clínicas y terapéuticas y es la población que está expuesta a mayor riesgo de complicaciones, letalidad especialmente en mayores de ochenta años.

Entonces, debemos considerar que: Muy a menudo, la enfermedad es solo el comienzo de un proceso más largo, que se extiende a varios impedimentos, discapacidades e incapacidades. Estos fenómenos, de igual interés para la enfermedad, requieren un enfoque igualmente riguroso en su definición, conteo, clasificación y tratamiento

EL MSPAS debería entonces tener en cuenta que:

NO ES LO MISMO MORIR POR EL VIRUS QUE MORIR CON EL VIRUS

Y esto creo que no ha sido bien atendido y diferenciado en la actual epidemia

Cuántos están muriendo en cada uno de esos grupos y

Cómo se debe enfocar más específicamente los tratamientos según el caso.

Pensamiento que resulta importantísimo en la planeación de los servicios y la organización de la atención. En tal sentido:

El ministerio debería en estos momentos estar tratando de identificar y buscar pacientes con comorbilidad mayores de 60 años (la iniciativa privada también) para:

ESTABILIZAR SU SITUACIÓN

CONTROLAR Y VIGILAR LOS PARAMETROS DE UN ADECUADO CONTROL (en esto los sistemas y las líneas telefónicas serían de suma utilidad)

DETERMINAR EN CASO DE NECESIDAD CON ELLOS DONDE Y COMO TRASLADARLOS

LANZAR UNA CAMPAÑA NACIONAL DE IDENTIFICACIÓN DE CASOS. Los médicos privados lo deberían de hacer con todos sus pacientes.

De igual forma, deberían de proporcionarse las estrategias de prevención por ejemplo, dejar de fumar.

Hay cuatro objetivos principales en medicina y salud pública que en este momento no podemos olvidar y dejar de implementar:

• Para curar y sanar lo que ya existe.

• Para evitar lo que aún no existe pero que puede venir.

• Mantener todo lo que ya es bueno.

• Cambiar lo que sea necesario para mantener a las personas y a la comunidad en el mejor estado posible de salud y forma física.

Un pensamiento que puede ayudar: Si es verde o se mueve, es biología. Si apesta, es química. Si no funciona, es física. Si se trata de observar a la gente, es epidemiología. Si no tiene nada que ver con números desagradables y molestos, es investigación cualitativa. Si todo es negocio, es economía de la salud. Si se trata de dejar de perpetuar errores, es medicina basada en evidencia. La práctica de la medicina en estos momentos demanda de consideraciones sobre todo ello.

Proyección de población mayor de 60 años

Fuente INE Proyecciones 2019

 

Artículo anteriorPMT anuncia horarios de atención en CENMA
Artículo siguienteLa idiosincrasia guatemalteca frente a la crisis