Fernando Mollinedo C.
En esta época de tribulación, esperanza, desconsuelo y tristeza es necesario recapitular sobre nuestra conducta en la existencia y en especial con las personas con quienes hemos compartido este maravilloso viaje que se llama vida.
Nacimiento, niñez, adolescencia, madurez y senectud fueron y son los pasos obligatorios de esta humanidad; el desarrollo de nuestra creatividad nos ha permitido vivir de forma cómoda y algunas veces con limitaciones económicas y de salud, pero, que al final nos tiene vivos.
El aparecimiento de la pandemia COVID-19, por tanto en Guatemala, ha hecho que una gran parte de la población se sensibilice y atienda los lineamientos de prevención publicados por el gobierno, algunos de ellos son extremos pero necesarios y conllevan la restricción de movilidad, reunión y aspectos sanitarios.
Respecto a la locomoción y toque de queda hay excepciones, tales como: entrega de alimentos y medicinas, apertura de mercados cantonales, supermercados, farmacias, distribuidoras de agua embotellada, tiendas de barrio, productores de medicinas, laboratorios, centros de salud, expendios de combustibles y otros.
En los centros urbanos debemos estar agradecidos con las empresas periodísticas que nos mantienen informados de la situación actual, los repartidores de agua, los extractores de basura, personal médico, paramédico, enfermería, pilotos de ambulancias, bomberos, locatarios e informales vendedores de mercado, carniceros, policías, personal municipal de limpieza, conserjes de hospitales, personal administrativo y operativo de supermercados y personal de las distribuidoras de productos higiénicos.
Estas personas son las que se ven, pero hay quienes son invisibles al ojo humano y desarrollan actividades tan diversas e importantes para la preservación de nuestra salud e información tales como los encargados de diagramación y entrega de los periódicos, locutores, productores de radio y televisión, empleados de telefonía y operadores de cable e internet, personal de cocina de los restaurantes de comida y entrega a domicilio y otras actividades más que sería largo enumerarlas.
Gracias, muchas gracias por mantenernos vivos con sus actividades y sus productos, gracias por el sacrificio que hacen mientras la gran mayoría de la población estamos recluidos por necesidad, gracias trabajadores guatemaltecos, que estas palabras sean un sincero agradecimiento en nombre de la población recluida en sus casas.
Gracias, muchas gracias por su tiempo, esfuerzo y colaboración para proteger a la población de esa enfermedad mortal que nos acecha y que, literalmente, no perdona a quien se le pone enfrente. Ustedes son nuestros héroes y se les agradece de forma muy especial.
HÉROE – HEROÍNA: proveniente del latín heros, ois, y éste del griego ἥρως hḗrōs; la forma femenina del griego ἡρωΐνη hērōḯnē. Su significado es: “Persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble”.
Y al sector campesino también, muchas, pero muchas gracias por mantener proveídos los centros de abastecimiento; gracias a todos y cuidémonos, porque la vida… no retoña.