Taller de jabón artesanal Licorne, en Marsella, debido a la crisis mundial por el coronavirus, la tradición de fabricar jabón en Marsella está renaciendo. Foto la hora: Daniel Cole/AP.
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Por DANIEL COLE
MARSELLA, Francia
Agencia (AP)

Debido a la crisis mundial por el coronavirus, la tradición en Marsella de fabricar jabón está renaciendo en momentos en que muchos ciudadanos redescubren un producto esencial para la higiene personal.

El abuelo de Serge Bruna empezó a fabricar jabón en la ciudad portuaria del sur del país hace más de un siglo. Su padre lo siguió, aunque el negocio familiar fue expropiado por las autoridades durante la Segunda Guerra Mundial debido a que el jabón fue declarado producto esencial.

Hoy en día, Bruna vende el jabón en la misma tienda que sus antepasados, en el Antiguo Puerto de Marsella, aunque ahora él porta máscara y guantes sanitarios.

«Aunque estamos en una fábrica llena de jabón que combate los gérmenes, siempre es bueno tomar precauciones», expresó el comerciante.

Hasta ahora le ha ido bien a la Savonnerie de la Licorne, propietaria de cuatro tiendas jaboneras en el Puerto Antiguo además de un museo y una pequeña fábrica en el centro de Marsella. Sus ventas han aumentado 30% y los pedidos de envíos se han cuadruplicado desde que Italia declaró estado de emergencia por el coronavirus, que ha causado unas 10.000 en todo el mundo y más de 220.000 infectados.

En muchas personas, el nuevo coronavirus sólo provoca síntomas moderados, como fiebre y tos. En algunos, en particular adultos mayores y personas con problemas de salud ya existentes, puede causar enfermedades más graves, como neumonía.

«Tuvimos pocos o ningún turista en nuestras tiendas», indicó Bruna. «Pero por otra parte los habitantes de Marsella sí han venido y algunos incluso vinieron a comprar para tener una buena reserva».

A medida que la gente compra abundantes productos para abastecerse en tiempos de crisis, Bruna y sus artesanos continúan fabricando el jabón a mano, el que venden en las tiendas o meten en cajas para su exportación.

Debido a la abundancia local de aceites, soda y sal, Marsella ha podido mantener una antigua tradición de producir jabones artesanales codiciados por toda Europa. Sin embargo, hoy en día apenas sobreviven un puñado de esos negocios.

Debido a la orden actual de cerrar todos los negocios ante el coronavirus, la Savonnerie de la Licorne ahora hace solamente entregas a distancia, ya sea a farmacias o a particulares.

«No estoy seguro de que la elaboración de jabones hoy en día sea más importante que antes, pero yo diría que quienes habían perdido el hábito de usar el jabón Marsella súbitamente han redescubierto sus propiedades», relató Bruna.

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