Por MAURA AJAK
JUBA, Sudán del Sur
Agencia (AP)
Sudán del Sur inició un nuevo capítulo en su frágil salida de la guerra civil hoy cuando dirigentes rivales formaron un gobierno de coalición que muchos observadores ruegan que dure, a diferencia de intentos anteriores.
Al día siguiente de que el presidente Salva Kiir disolvió el gobierno anterior, el dirigente opositor Riek Machar prestó juramento como vice, como parte de un acuerdo que fracasó dos veces anteriormente entre combates que dejaron casi 400 mil muertos.
La nación más joven del mundo cayó en guerra civil en 2013, dos años después de obtener su independencia de Sudán, al chocar los partidarios de Kiir y Machar. Fracasaron varios intentos de paz, en uno de los cuales, en 2016, Machar asumió como vicepresidente, pero meses después debió huir del país a pie en medio de tiroteos.
El acuerdo de paz de 2018 se firmó en medio de intentas presiones internacionales. En un gesto dramático, en 2019, el papa Francisco besó los pies de Kiir y Machar para convencerlos de que dejaran de lado sus diferencias. La ceremonia del sábado comenzó con una presentación de esa foto.
Creció la exasperación de Estados Unidos, el principal donante a Sudán del Sur, y de otros países cuando Kiir y Machar pospusieron dos veces el plazo para dar el paso crucial de formar el gobierno. Pero a menos de una semana del plazo de hoy, los dos hicieron concesiones cruciales.
Kiir anunció una decisión «penosa» sobre el tema políticamente delicado del número de estados, y Machar aceptó que Kiir sea responsable de su seguridad. El jueves anunciaron la formación de un gobierno que debe convocar a elecciones en tres años, las primeras desde la independencia.