Por MARI YAMAGUCHI y FOSTER KLUG
YOKOHAMA, Japón
Agencia AP
Unos 500 pasajeros abandonaron hoy el buque crucero Diamond Princess al cabo de dos semanas de cuarentena a bordo de la nave, anclada en Japón, que no logró detener la propagación del nuevo virus entre los pasajeros y tripulantes.
El fracaso de la cuarentena quedó nuevamente de manifiesto cuando las autoridades anunciaron 79 casos nuevos, lo que elevó la cifra total a 621. Faltaba conocer los resultados de otros pasajeros y tripulantes, de un total de 3.711 personas a bordo.
Se ha cuestionado la decisión del gobierno japonés de mantener a la gente a bordo del buque, que algunos expertos consideraron era un incubador perfecto del virus. El Diamond Princess es el sitio de la mayor cantidad de infecciones fuera de China, donde la enfermedad llamada COVI-19 se originó a fines del año pasado.
Muchos gobiernos extranjeros han dicho que no permitirán que los pasajeros regresen a sus países sin pasar por una nueva cuarentena, de manera que llamó la atención ver a pasajeros desembarcar, abordar taxis y desaparecer en Yokohama, donde se encuentra la nave.
Los que han dado negativo para el virus han cumplido con los requisitos de cuarentena y son libres de irse a casa en transportes público, dijo el ministro de Salud, Katsunobu Kato.
Unos 500 pasajeros que planeaban partir el miércoles habían abandonado el barco y las autoridades japonesas dirigirán el desembarco de los 2.000 restantes a lo largo de tres días. El Diamond Princess quedó en cuarentena en Yokohama después que se detectó el virus en un pasajero que había desembarcado previamente en Hong Kong.
Aunque las autoridades japonesas insisten que la cifra de infectados se está reduciendo, el número de casos sigue aumentando diariamente. El lunes dieron positivo 99 personas y el martes 88.
Los tripulantes, que no podían estar encerrados en sus cuartos porque debían trabajar, permanecerán a bordo.