El piloto británico Lewis Hamilton, de Mercedes, arroja un sombrero de charro al público mientras festeja su victoria en el Gran Premio de México de la Fórmula Uno, en el autódromo Hermanos Rodríguez de la capital mexicana. FOTO LA HORA: REBECCA BLACKWELL/AP.

Por JEROME PUGMIRE
Agencia Ap

Lewis Hamilton dice que ve «signos de debilidad» en sus rivales cuando expresan dudas acerca de si es capaz de soportar las presiones asociadas con su éxito.

El piloto de Mercedes irá por su séptimo título esta temporada, lo que le permitiría igualar la marca histórica de Michael Schumacher, y está a siete victorias de empatar otro gran registro, el de 91 carreras ganadas.

Hamilton conquistó su tercer campeonato de pilotos seguido la temporada pasada, con 87 puntos de ventaja sobre su compañero Valtteri Bottas, quien le sacó ventaja de entrada pero después se desinfló.

Max Verstappen, de Red Bull, terminó tercero tras otra notable campaña. El holandés de 22 años cosechó tres victorias y tuvo algunos duelos vibrantes con Hamilton en Mónaco y Hungría. Verstappen dijo la semana pasada que podría ganarle a Hamilton con un buen auto.

A Hamilton, quien se encuentra en Silverstone, donde Mercedes prueba su nuevo auto W11, le preguntaron qué opinaba de las cosas que se están diciendo sobre él.

«Me parece divertido. Siempre preferí hablar en la pista», dijo Hamilton a través de un video desde el garage de la escudería. «Tiendo a pensar que ese tipo de cosas son un signo de debilidad».

Fernando Alonso, dos veces campeón de F1, declaró hace poco que los rivales no explotan las debilidades de Hamilton, sin aclarar cuáles son.

Mercedes tiene el auto más rápido y confiable desde que ganó el primero de sus seis dobletes seguidos (los títulos de conductores y constructores) en el 2014. Ferrari fue más rápido por momentos, aunque solo en las rectas. Y los motores Honda que usa Red Bull son los que más mejoraron el año pasado.

Verstappen se siente cada vez más confiado de sus posibilidades con un auto competitivo.

«Lewis es muy bueno. Sin duda uno de los mejores, pero no es Dios», declaró la semana pasada. «Cuando los presionas, las cosas se le hacen más difíciles a los que van adelante. Si no te apuran nunca, puedes conducir al 97% o 98% de tus posibilidades y no cometer errores nunca, o tal vez un fin de semana de 21 o 22».

Respondió que «sí» cuando se le preguntó si podía ganarle a Hamilton, aunque agregó que para hacerlo tiene que tener «un auto muy confiable».

Hamilton no es presionado seriamente desde la temporada del 2016, en que su compañero Niko Rosberg se aseguró el título en la última carrera y acto seguido se retiró sorpresivamente de la F1.

Hamilton, de 35 años, se ha estado preparando mucho físicamente y esta semana les dijo a sus seguidores en las redes sociales que se siente «física y mentalmente en otro nivel».

Acotó en su cuenta de Twitter que el año pasado se presentó a los ensayos de pretemporada «con mucha agua en mi cuerpo y pesando unos 78 kilos. Pero este año estoy pesando 73. Todavía tengo que quemar más gradas y sacar más músculos, pero estoy en eso».

Los ensayos de pretemporada comienzan la semana que viene y la temporada arranca con el Gran Premio Australiano de Melbourne el 15 de marzo.

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