CIUDAD DEL VATICANO
Agencia AP
El Papa Francisco exhortó ayer al Fondo Monetario Internacional y a los ministros de Finanzas de Latinoamérica para que trabajen juntos en acabar con las «injusticias», aseverando que una nueva política de solidaridad podrá dar esperanza a los pobres.
«No estamos condenados a la desigualdad universal», declaró el pontífice en una conferencia en el Vaticano sobre cómo incrementar la cooperación entre gobiernos y organizaciones internacionales para proteger el medio ambiente y obrar por el bien común.
El Papa, el primero proveniente de Latinoamérica, ha denunciado varias veces la sed de lucro que impulsa la economía mundial- Ha sido testigo de cómo su país natal, Argentina, sufre la carga de una deuda que asciende a 150.000 millones de dólares.
En la conferencia hablaron diversos dignatarios, entre ellos la directora del FMI Kristalina Georgieva y el ministro de Hacienda de Argentina, Martin Guzmán.
También asistieron el economista Joseph Stiglitz, los ministros de Hacienda de México, Paraguay y El Salvador, además de representantes del Banco Mundial, la Organización Internacional del Trabajo y diversos bancos de desarrollo regional. Es uno de varios eventos que el papa ha organizado este año a fin de pedir más solidaridad en la economía mundial.
El próximo evento será en la ciudad italiana de Asís, en marzo, y tiene como fin enviar el mensaje a la juventud de que es necesaria «una nueva economía» que respete el medio ambiente y proteja a los pobres.