*Por Eder Juárez
ejuarez@lahora.com.gt
De acuerdo con Observatorio del Presupuesto Público del Ministerio de Finanzas, durante la administración del expresidente Jimmy Morales se le asignó al Ministerio de la Defensa (Mindef) un presupuesto de Q8 mil 505 millones 978 mil 718, sin embargo, ejecutó un total de Q8 mil 840 millones 547 mil 726.96 durante los últimos cuatro años sin que se sepa con exactitud a dónde fueron a parar dichos recursos.
En el ejercicio fiscal del 2016, se le asignaron al Ministerio de la Defensa, Q2 mil 061 millones 647 mil 718, pero en ese año ejecutó el 97.21% con un total de Q2 mil 211 millones 298 mil 274.12, es decir que le dieron una ampliación presupuestaria de Q149 millones 650 mil 556.12.
En el ejercicio fiscal 2017, le fueron asignados Q1 mil 908 millones 316 mil, ese año ejecutó el 97.09% con un total de Q2 mil 020 millones 985 mil 790.31, con una ampliación presupuestaria de Q112 millones 669 mil 790.31.
El Gobierno de Morales en el ejercicio fiscal 2018, asignó al Ministerio de la Defensa, Q1 mil 908 millones 316 mil, pero ejecutó el 98.96% de un total de Q2 mil 053 millones 770 mil 312.58 con una ampliación presupuestaria de Q145 millones 454 mil 312.58.
Mientras que en el 2019 se le designó Q2 mil 627 millones 699 mil, ejecutó el 98.31% de un total de Q2 mil 554 millones 493 mil 349.95, en este año realizó transferencias con una diferencia de Q73 millones 205 mil 650.05.
Lo anterior demuestra las cantidades millonarias que le fueron asignadas al Ministerio de la Defesa, durante los últimos cuatro años, y pese a no estar en guerra se gastaron los recursos en el funcionamiento de la cartera y una mínima parte para la inversión, pese a ello no se tiene el detalle a dónde fueron a parar esos recursos o esos gastos de funcionamiento.
Es de recordar que el presidente Alejandro Giammattei presentó una iniciativa de Ley para que desaparezca la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS), quien cuida de su seguridad y la de su familia, para darle esa función al Estado Presidencial de la Defensa o Guardia Presidencial, donde podría haber otros “gastos secretos”.
Según el portal Observatorio del Presupuesto Público, durante el año 2016 el Ministerio de la Defensa tuvo un gasto de funcionamiento de 96.4% del total ejecutado ese año y solamente el 3.6% sirvió para la inversión de dicha cartera.
Entre tanto en el 2017 tuvo un gasto de funcionamiento del 92.00% y de inversión del 8%; en el 2018, el gasto de funcionamiento fue de 92.9% con una inversión del 7.1%; mientras que, en el 2019, el gasto de funcionamiento fue del 84.6% y una inversión de 15.4%; es decir que del total del presupuesto ejecutado la cartera de la Defensa designó la mayor parte de su presupuesto a los gastos de funcionamiento.
MÁS DEL 90 POR CIENTO DE GASTOS CORRESPONDE A FUNCIONAMIENTO
Por su parte Juan Carlos de Paz, director de Prensa del Ministerio de la Defensa, señaló que el Ejército de Guatemala es una institución dinámica y que el alto porcentaje en gastos de funcionamiento que tiene ese ministerio, es un fenómeno que ocurre en todos las carteras del Estado. En ese sentido, detalló que en el caso del Mindef, dichos recursos se dividen entre el pago de personal, como en el aparato logístico que les permite tener la presencia que tiene el Ejército en todo el país.
“El funcionamiento involucra el pago de sueldos y la planificación y ejecución de los planes a través de sistemas logísticos que permiten que al día de hoy seamos la institución que más presencia tiene en todo el país”, puntualizó.
Asimismo, agregó que el Ejército tiene la misión constitucional y todo eso se traduce en acciones que no son optativas y aseguró que el gasto en funcionamiento que tiene el Ejército, no es igual a otros ministerios, cuyo gasto puede ser solo para pagar funcionarios públicos que no llevan a cabo alguna acción más allá de una oficina.
“Nosotros tenemos una carrera dentro del Ejército, entonces las personas que estaban en el Gobierno anterior, estamos ahora, a excepción de las personas que cumplieron tiempo de servicio. En el caso de los oficiales tengo en mente que cumplió su tiempo de servicio la promoción 107, en este caso ellos pasaron a la honrosa situación de retiro y allí se modifica el estado de fuerzas, ellos pasan de ser de la Fuerza Permanente a la Reserva Movilizable con la que se organiza el Estado de Guatemala para su defensa”, detalló de Paz.
Asimismo, explicó que, en el caso de los soldados, quienes prestan servicio por 24 meses, al cumplir su tiempo de servicio, se retiran. Asimismo, indicó que las personas que inician con cada Gobierno son las mismas que han estado durante Gobiernos anteriores al de Giammattei y Morales.
“No hay un relevo o que la nueva administración venga a encontrar más o menos gente, hay protocolos bien establecidos respecto al tiempo de servicio que un ciudadano presta”, acotó.
Sobre el Estado de Fuerza o cuántos elementos forman parte del Estado de la Defensa Nacional, De Paz dijo que dicho dato está protegido por el “Secreto Militar” por ser un dato sensible a la defensa de la nación.
Sin embargo, de Paz dijo que, en términos generales, entre personal de tropa, especialistas, oficiales y otros cargos dentro de dicho ministerio, la cifra estaría alrededor de 22 mil miembros.
“Tenemos protocolos de recursos humanos, en los cuales, si un juez competente ordena que se le informe directamente a él, cuántos soldados componen el Ejército de Guatemala, pues sí hay procedimientos para hacerlo. No es que nos queramos esconder o aumentar las especulaciones”, dijo el entrevistado.
BARRIENTOS: MORALES ALTERÓ PERNICIOSAMENTE PRIORIDADES
Ricardo Barrientos del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), dijo que, si se ven las necesidades, que deberían de ser las prioridades de la política fiscal de un país como Guatemala, “uno no tiene más que rechazar este tipo de situaciones”.
Agregó que “en una sociedad en la que la mitad de la niñez sufre desnutrición crónica, uno de cada dos niños está desnutrido, casi dos millones de niños, niñas y adolescentes fuera de las escuelas, si uno compara la matrícula entre 2015 a 2019, lo que uno ve es que, durante el Gobierno de Morales, se expulsó la variación del número de los estudiantes matriculados en los niveles de primaria y básicos de educación son negativas, pese a que el número de población es creciente”.
Según Barrientos la cobertura de salud actualmente corresponde a la población que Guatemala tenía en los años 50, los índices de mortalidad materna infantil son altos, y si tomamos las demandas del sector empresarial organizado, que quiere puertos funcionales, que quieren carreteras en buen estado.
“Y así se podría tener una lista vergonzosa de condiciones de vida verdaderamente paupérrimos, todo lo que podríamos enlistar en lo que los técnicos llaman desarrollo humano integral. Entonces en un país con niveles de desarrollo humano tan bajo, con niveles de desigualdad tan bajos, cada centavo del presupuesto público debería de estar atendiendo esas prioridades”, señaló Barrientos.
Además, manifestó que de esa cuenta “hay quienes creemos que en un país con esas condiciones, no debería de haber un Ejército, el gasto militar, el gasto en armas, en mantener efectivos militares encuartelados, una oficialidad ya claramente manchadas por actos de corrupción, no estamos diciendo que todos los militares son corruptos, pero se ha demostrado en los tribunales que hay militares corruptos, entonces es ahí en donde se llega a la conclusión de que Guatemala no debería de tener un Ejército”.
Barrientos indicó, sin embargo que, la Constitución Política de Guatemala sostiene la existencia del Ejército, “dado que suprimir al Ejército requiere una modificación a la Constitución, la prioridad del Ministerio de la Defensa Nacional no debería ser alta en su presupuesto, antes de gasto militar debería de estar la lucha contra la desnutrición crónica infantil, antes del gasto militar debería estar la inversión pública en niñez y adolescencia, antes del gasto militar debería estar porque no la inversión en infraestructura vial”.
Reiteró que “los números que se citan evidencian que durante el Gobierno de Jimmy Morales hubo una alteración perniciosa en las prioridades del presupuesto, vimos al Ministro de Educación reclamar a final de noviembre de 2019 un monto de Q180 millones para la provisión de pupitres para las aulas, y el Presidente queriéndose gastar un monto similar alrededor de Q130 millones, en dos aviones argentinos, y la forma que esas cosas se esconden es que se quieren tergiversar y forzar el rol del Ejército en una sociedad que no necesita de un Ejército”, señaló el experto.
PRIORIZACIÓN DEL GASTO
Edgar Celada, analista independiente, indicó que ese comportamiento del gasto del Ejército sea distinto a lo que pasa en otras dependencias del Estado, en términos de que es poco lo que se dirige a la inversión y el grueso de gasto se van a los gastos de funcionamiento.
Lo más importante es preguntarse si el país necesita un alto gasto militar, sea que se vaya a salarios o a otros rubros si eso le reditúa al país en largo o corto plazo alguna ventaja o si esos recursos no podrían ser utilizados de mejor forma, dijo Celada.
Agregó que este no es un problema solamente del Gobierno pasado sino de otros Gobiernos de mantener a una institución que tiene una crisis de misión, “porque estamos viendo la gran cantidad de aeronaves que traen presuntamente droga y supuestamente el Ejército está para controlar o defender la soberanía del país y constantemente todas las semanas vemos ese fenómeno, entonces se pregunta ¿para qué está el Ejército?”.
Lo que aquí tenemos es un problema de priorización del gasto público, no solo del Ejército sino hacia a donde tenemos que dirigir los escasos recursos con los que cuenta el Estado y en función de que, “esto no es con dedicatoria exclusiva al Ejército sino se tiene que plantear una mejor forma de inversión del gasto”, manifestó el analista.
*Entrevista al vocero del Ejército: Margarita Girón