MADRID
Agencia DPA/Europa Press
Al menos 19 manifestantes han muerto en las dos últimas semanas en Irak, donde continúan las protestas contra el Gobierno que comenzaron el pasado octubre, según ha denunciado hoy la ONU, que ha hecho un nuevo llamamiento a las autoridades a que eviten el uso de la fuerza para reprimir las protestas.
«La continuada pérdida de vidas de jóvenes y el baño de sangre diario es intolerable», ha denunciado la representante especial de la ONU para Irak, Jeanine Hennis-Plasschaert. «Al menos 467 manifestantes han muerto y más de 9 mil han resultado heridos desde el 1 de octubre», ha precisado.
La Oficina de Derechos Humanos de la Misión de Asistencia de la ONU para Irak (UNAMI) ha documentado al menos 19 manifestantes muertos y más de 400 heridos a manos de las fuerzas de seguridad desde el 17 de enero en Bagdad, Basora, Dhi Qar, Diyala, Diwaniya, Kerbala y Wassit. Once de las víctimas mortales se produjeron en la capital.
La mayoría de estas muertes, según las primeras informaciones, se deben al uso de munición real y al impacto de botes de gases lacrimógenos. Según el comunicado de la UNAMI, la mayoría de la violencia empleada por las fuerzas de seguridad se produjo en el contexto de intentos por desmontar bloqueos de carreteras o dispersar a manifestantes.
La representante de la ONU ha calificado de «alarmante el reciente incremento del uso de munición real por parte de las fuerzas de seguridad, los supuestos disparos por parte de hombres armados no identificados contra manifestantes y los continuados asesinados selectivos de manifestantes y defensores de los Derechos Humanos».
Respecto a esta última cuestión, la UNAMI ha documentado al menos 28 incidentes de este tipo desde octubre que se han saldado con la muerte de al menos 18 personas, entre las que figuran dos periodistas, mientras que otras trece han resultado heridas.
LLAMA A PROTEGER LOS DERECHOS DE LOS MANIFESTANTES
«Es imperativo que las autoridades iraquíes protejan los derechos de los manifestantes pacíficos y garanticen que todo uso de la fuerza cumple con los estándares internacionales», ha defendido Hennis-Plasschaert. «También es igualmente importante la plena rendición de cuentas», ha añadido, defendiendo que los responsables de las muertes y ataques «deben ser llevados ante la justicia».
«Muchos han sacrificado todo para que sus voces se escuchen. Hacen falta soluciones de forma urgente. Irak no puede permitirse la actual violenta opresión ni la parálisis política y económica», ha subrayado la representante de la ONU.
En este sentido, ha apostado por que los esfuerzos se centren en la plena implementación de las reformas y en el inicio de un diálogo constructivo que aborde los problemas a los que se enfrenta el país en un espíritu de unidad.
«Ha llegado el momento de restaurar la confianza dejando de lado el partidismo, actuando en el interés del país y sus ciudadanos», ha reclamado.
El presidente de Irak, Barham Salí, dio este miércoles a los grupos parlamentarios un plazo de cuatro días para poner fin a las negociaciones en torno a la elección del próximo primer ministro designado, en medio de las protestas y la crisis política y económica.
Según dijo, en caso de que no haya nominado antes del sábado, ejercerá sus poderes constitucionales para seleccionar él mismo a la persona que considere más adecuada en sustitución del primer ministro Adel Abdul Mahdi, quien presentó su renuncia el pasado 30 de octubre.