Walter Juárez Estrada
El gobierno de Alejandro Giammattei inició una limpia en dependencias estatales comenzando por el Ministerio de Relaciones Exteriores que en la gestión de Sandra Jovel hizo nombramientos abiertamente ilegales, y de entrada su sucesor Pedro Brolo le enmendó la plana y rescindió doce contratos de funcionarios que no tenían el perfil que exige la ley, remociones que al erario público le constara más de un millón de quetzales, siendo la primera de las destituciones que se hacen, cumpliendo así las promesas de campaña del nuevo gobierno que ha exigido a la Contraloría General de Cuentas cumpla con su deber de fiscalización y que haga las denuncias pertinentes al Ministerio Público, para deducir responsabilidades penales contra los infractores.
La administración del expresidente Jimmy Morales nombró a funcionarios diplomáticos para el exterior y en la Cancillería, violando la ley como quedó evidenciado con la investigación que hizo Brolo, nombramientos políticos para congraciarse con allegados a su gobierno, a lo que ilegalmente se prestó Jovel contra quien el Ministerio Público debe investigar por la serie de irregularidades en su gestión, está comprobado que las asignaciones que hizo en las últimas horas del régimen pasado, eran políticas como del exdiputado Luis Hernández Azmitia, que fue un pago porque el exlegislador se plegó a las decisiones del Ejecutivo, como quedó demostrado con la Comisión anti CICIG para desvalorizar el trabajo de la exfiscal Aldana y del comisionado Velásquez.
Giammattei ha sido drástico en sus decisiones y ha reiterado que las bases de su administración serán combatir la corrupción, el hambre, la violencia y toda esa lacra de los gobiernos pasados, pero ha reiterado que demanda de la población su colaboración para que denuncie los actos anómalos. Desafortunadamente la entidad fiscalizadora no ha cumplido con lo que regula la Constitución, ha apañado por años a corruptos, poniéndose como ejemplo el papel que jugó el excontralor Carlos Mencos, que le valió para que la UNE lo escogiera como diputado.
Es aconsejable que Giammattei no baje la guardia, que haga todo lo que esté a su alcance para combatir la corrupción, aunque sabe que en cuatro años le será cuesta arriba, que terminar con esta lacra que tanto daño ha hecho al país, donde los diputados y los alcaldes se venden con facilidad a los narcos. De todo eso está sabido el nuevo Presidente por los cargos que en el pasado ha ocupado y debe comenzar por hacer una limpieza a fondo en el Sistema Penitenciario, donde son los internos los que tienen el control de los 22 presidios, donde se ordenan los asesinatos y las extorsiones, por lo que pide la colaboración del MP, que el Organismo Judicial sea drástico con las condenas, si es que se presentan las pruebas como regula la ley.