Por LISA MASCARO, ERIC TUCKER y ZEKE MILLER
WASHINGTON
Agencia AP
Al final de su argumentación en el juicio político a Donald Trump, los demócratas de la Cámara de Representantes advirtieron que el Presidente seguirá abusando de su autoridad y poniendo en riesgo la democracia estadounidense a menos que el Congreso intervenga para destituirlo antes de las elecciones de 2020.
Después pidieron a los senadores republicanos que permitan nuevos testimonios antes de emitir un veredicto final.
«Denle a Estados Unidos un juicio justo», manifestó el representante demócrata Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara Baja. «Se lo merece».
Schiff pronunció los últimos alegatos demócratas en el Senado tras tres días de metódica y apasionada argumentación que detalló las acusaciones de que Trump abusó de su poder al pedir a Ucrania investigaciones a rivales políticos, y luego obstaculizó la investigación del Congreso sobre el asunto.
Los abogados del mandatario tendrán su primera ocasión para defenderlo hoy, y se espera que afirmen que actuó de forma apropiada.
No parece que las cuestiones iniciales planeadas por los demócratas hayan hecho nada para restar apoyos republicanos a Trump ni para convencer a suficientes legisladores centristas para citen a nuevos testigos, incluyendo el exasesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton. En su último llamado a los legisladores y la dividida nación, Schiff apuntó que un veredicto de culpabilidad era la única vía para frenar lo que calificó de la «amenaza inminente» que suponen para el país los impulsos inconstitucionales de Trump.
«Él es quien es», dijo Schiff. «Saben que no va a parar (…) No va a parar a menos que el Congreso haga algo al respecto».
Cuando Schiff citó una noticia en la que una fuente próxima a Trump decía que los republicanos que votasen con los demócratas tendrían sus «cabezas en una pica», los senadores republicanos presentes en la sala comenzaron a murmurar «Eso no es cierto».
Trump está siendo sometido a juicio político en el Senado luego de que la Cámara de Representantes aprobó el proceso el mes pasado, acusándolo de que abusó de su cargo para pedirle a Ucrania que investigara a Joe Biden y otros asuntos, mientras retenía apoyo militar. Enfrenta un segundo cargo de obstrucción al Congreso por negarse a entregar documentos o a permitir que funcionarios declarasen en la resultante pesquisa de la Cámara Baja.
Mientras los demócratas cerraban su argumentación, el equipo legal de Trump se preparaba para comenzar su defensa. Trump, con los ojos puestos la audiencia fuera del Senado, lamentó la fecha en un tuit ayer: «Parece que mis abogados se verán obligados a empezar hoy, lo que se llama el Valle de la Muerte en T.V.».
«Vamos a defender enérgicamente los hechos y refutar lo que dijeron», dijo el abogado de Trump, Jay Sekulow.
Los republicanos han defendido las acciones de Trump, y califican el proceso como un intento motivado políticamente de debilitar al Presidente en medio de su campaña de reelección. Los republicanos tienen una mayoría de 53 escaños, por 47 de los demócratas, en el Senado, y una absolución parece ser el escenario más probable.
Antes de eso, los senadores tienen que tomar una decisión crítica la próxima semana sobre las exigencias de los demócratas de dejar testificar a asesores de Trump, incluido el jefe de despacho interino de la Casa Blanca Mick Mulvaney y Bolton, quienes se negaron a comparecer ante la Cámara Baja. Se necesitan que cuatro senadores republicanos se unan a la minoría demócrata que solicita los testigos y, hasta ahora, parece que no será el caso.