Grecia Aguilera

Con el doctor Alejandro Giammattei como nuevo Presidente Constitucional de la República, se abre una nueva esperanza para Guatemala, una luz al final del túnel que logra vislumbrar el camino a seguir entre la encrucijada. En el magnífico discurso que pronunció en la ceremonia de toma de posesión como mandatario para el período 2020-2024 declaró con viva emoción: “Gracias al pueblo de Guatemala por todo, gracias al pueblo de Guatemala por su confianza, por su apoyo. Hoy y siempre, ustedes serán los verdaderos protagonistas de la historia de este país. Hoy ante ustedes, los que no se encuentran aquí, los millones de guatemaltecos que están allá afuera de esta sala, quiero darles las gracias por esa confianza que depositaron en las urnas y que sepan que a partir del día de hoy la voy a honrar con esfuerzo, con trabajo y con dedicación. Pero aprovecho también para agradecer profundamente a Dios, por el honor de dirigir los destinos de esta Nación a la que tanto amo por los próximos 4 años. A partir del día de hoy, en mi persona, tendrán los guatemaltecos y guatemaltecas más que a un primer mandatario de la Nación, tendrán por encima de cualquier cosa: al primer servidor de la Nación. Perseguiré el Desarrollo, la Paz y la Justicia en cada rincón de nuestra Nación. Estaré al servicio de ustedes, los ciudadanos, estaré al servicio de todas y cada una de las familias guatemaltecas, especialmente de aquellas que viven entre la pobreza y la miseria. Estaré al servicio de la Constitución y las leyes, tal y como lo he hecho a lo largo de mi vida. Los guatemaltecos hemos demostrado a lo largo de la historia, que estamos por encima de los gobernantes. Hemos caminado más allá de los conflictos. Hemos progresado aunque sea lentamente y no por el talento de sus mandatarios, sino por el esfuerzo perseverante y decidido de toda una Nación. Por eso hoy miro a esos millones de guatemaltecos y les digo, yo soy simplemente el reflejo de su esfuerzo y su compromiso y voy a ser el primero de ustedes, sí, pero sin olvidarme que voy a seguir siendo de ustedes y para ustedes.” Sus palabras me recuerdan la Urna del Tiempo de mi señor padre, el maestro don León Aguilera (1901-1997) titulada “Del amor total a la Patria” que comienza con los primeros versos del famoso poema que escribiera el sacerdote jesuita Rafael Landívar (1731-1793): “¡Salve amada Patria, dulce Guatemala, salve/ delicia de mi vida, fuente y origen mío!”, y luego continúa: “La responsabilidad hacia la Patria toca a todos sus moradores, y el amor total a la Patria se demuestra en nuestros actos por mejorarla, por progresar unánimemente con ella, por sentir el orgulloso amparo de su bandera, la defensa de un escudo y las vibraciones de su himno en nuestros corazones. Si la Patria nos protege requiere nuestra cuidadosa protección a su naturaleza, a su entorno, a la confraternidad infinita de la connacionalidad. Saber que hay ancestros de gloria como fueron los Mayas y epónimos como quienes nos liberaron de toda coyunda colonial. Ser gratos al compás de llegar ahora desde donde venimos, y enfrentar un futuro de lucha; por siempre ser dignos entre las naciones libres del planeta… Si respetamos su ecología, si no destrozamos los bosques desmesuradamente, si no contaminamos sus ríos, sus lagos, si respetamos su fauna y flora, si no contaminamos el ambiente, es que amamos a la Patria. La Patria es el deber conjunto de velar por ella, de gobernantes y ciudadanos. Somos millones de humanos, más vivimos de esta naturaleza feraz… La Patria Guatemala requiere de la armonía de su gente imbuida de un intenso amor a su tierra que le vio nacer, y en que se desarrollan sus empeños y sus ideales, porque también la Patria está allí donde se siente y se sueña.”

Grecia Aguilera

Periodista, escritora, filósofa y musicóloga. Excelsa poeta laureada. Orden Ixmukané, Orden de la Estrella de Italia, Homenaje del Programa Cívico Permanente de Banco Industrial, Embajadora y Mensajera de la Paz.

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