Una de las cuestiones que dan solidez a un líder político es la coherencia entre su discurso y sus acciones y eso es algo que muchas veces se pasa por alto cuando llega el momento de tomar decisiones una vez se alcanzan posiciones de poder. En el caso del anterior presidente, Jimmy Morales, su discurso de que no era ni corrupto ni ladrón se desvaneció cuando empezó su gobierno haciendo alianza con la bazofia del Congreso para lograr una nutrida bancada anteponiendo la cantidad a la calidad, por lo que abrió las puertas a toda clase de tránsfugas que acudieron al sonido de las fichas.
El doctor Alejandro Giammattei empezó su gobierno con un categórico mensaje no sólo contra la corrupción sino contra la impunidad que la apaña y alienta. Una semana después concretó la creación de una comisión anticorrupción que tendría no sólo el encargo de investigar a lo interno de su propio gobierno, sino de crear mecanismos para impedir esos vicios y crear conciencia entre los ciudadanos del daño que se le hace al país.
Pero horas después de esa acción de relevancia, su gobierno anuncia el nombramiento de Alfonso Fuentes Soria como Presidente de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos, COPREDEH, pasando por alto el papel que el designado jugó para acelerar la toma de posesión de Jimmy Morales y Jafeth Cabrera en el Parlamento Centroamericano con el único y descarado fin de asegurarles impunidad. El mismo Fuentes Soria, en su calidad de presidente de ese inútil parlamento no sólo hizo la convocatoria para la sesión especial en la que se daría posesión al expresidente, sino que bajo su conducción se trasladó esa sesión a un hotel de la zona 13 para burlar la oposición ciudadana.
Hay hechos que marcan toda una vida y en el caso de Fuentes Soria obviamente será siempre más recordado por lo que hizo el 14 de enero del año 2020 que por su paso por la Rectoría de la Universidad de San Carlos o la efímera vicepresidencia de la República en el año 2015, sustituyendo a Alejandro Maldonado Aguirre en un interinato producto de la lucha contra la corrupción que habían emprendido la CICIG y el Ministerio Público.
Ya el gobierno había dado un paso en falso con la alianza con los líderes del Pacto de Corruptos en el Congreso para elegir a la Junta Directiva y ahora se da otro con un nombramiento que no se puede entender en el contexto de lo que ha sido el discurso oficial desde el día de la toma de posesión.