Marco Trejo
Parece increíble que con el cambio de Gobierno en Guatemala se respiren nuevos aires en este país, nuevos brillos y sobre todo con la gente demostrando otra actitud. Una persona me comentaba que desde hace un año tiene en alquiler un local, que ha pasado y nadie se acercaba, pero que solamente en esta semana ha recibido varias llamadas preguntando por el precio del inmueble.
Esto quiere decir que los guatemaltecos estábamos cansados de tener un gobierno apático, confrontativo e ineficiente. La salida del expresidente, Jimmy Morales, nos da ese segundo aire, para tratar de comenzar de nuevo, para hacer mejor las cosas, porque muchas personas, una gran mayoría necesitábamos ese cambio que permita resolver muchos problemas que afrontamos en temas de salud, educación, alimentación, infraestructura, inversión y seguridad.
Pero al parecer en tan solo tres días se ha dado vuelta la tortilla y hemos empezado a tener otra mentalidad y estar pendientes de lo que hace el presidente de la República, Alejandro Giammattei, quien tiene un gran reto para cambiar el futuro del país, algo que de seguro va ser cuesta arriba, pero en sus primeras 100 horas de trabajo ha dado muestras de que viene con todo.
En sus apariciones públicas se ve un Alejandro Giammattei con decisión, con un plan definido, que sabe lo que busca y lo mejor que sabe cómo hacer las cosas. En sus primeras declaraciones habló de hacerle frente a la desnutrición infantil y el combate a los grupos de pandilleros que afectan muchos lugares del país con extorsiones, robos y asesinatos.
Es gratificante despertar con un mensaje presidencial, en donde se anuncia un estado de Prevención, de seis días, en dos municipios del departamento de Guatemala: Mixco y San Juan Sacatepéquez, donde los pobladores tienen que lidiar todos los días con robos, extorsiones, ataques directos a pilotos de buses y asaltos a mano armada.
Este trabajo no es fácil, tampoco sencillo y es enfrentarse en las calles contra pandillas que se han apropiado de territorios, donde hasta los efectivos de las fuerzas civiles de seguridad, temen entrar y por esa razón es que los, dueños de lo ajeno, son los amos y señores de esas localidades.
Incluso el nombre que le pusieron al operativo de la Policía Nacional Civil (PNC), que ha sido coordinado con elementos del Ejército y agentes del Ministerio Público (MP), fue bien puesto: recuperación y control 1, una clara visión del problema existente en las poblaciones de Mixco y San Juan Sacatepéquez, donde vivir se ha tornado una pesadilla por los hechos delincuenciales antes mencionados.
El ofrecimiento del nuevo gobierno, en su plan de trabajo, es reducir la tasa de criminalidad en un 20 por ciento y en un 8.8 por ciento la tasa de homicidios, lo cual se basa en el tercer pilar que también tiene programada la construcción de cuatro nuevas cárceles en el país, derivado de que, según la inteligencia civil del Estado, el 90 por ciento de los hechos que se cometen diariamente en Guatemala son planificados en el sistema carcelario. Este pilar constituye una tarea difícil, pero no imposible y esperemos que se use el modelo puesto en marcha por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quien se ha visto muy cercano al mandatario guatemalteco, Alejandro Giammattei.
La apuesta de la baja del índice de criminalidad va a provocar inversión nacional y extranjera, porque tendremos un país donde se puede vivir y trabajar. Esto también ayudaría a la generación de empleo, que tanta falta nos hace, para que los guatemaltecos tengamos la certeza de que podemos trabajar para llevar la comida a la mesa de nuestras familias.
Sinceramente espero que este nuevo gobierno no desgaste el beneficio de la duda que se le está dando y que logren mejores rumbos para Guatemala, un país que tiene una riqueza natural incalculable, con gente honesta y trabajadora, pero que en los últimos gobiernos se ha visto inmersa en problemas sociales, económicos y políticos que nos afectan a todos. Pero algo que es bien importante es que los guatemaltecos honestos apoyemos esta cruzada contra la delincuencia, no nos quedemos callados y digamos lo que vemos y observamos en nuestros alrededores, la información ciudadana es importante para lograr los cambios necesarios en un país.