Fotografía de una parte de un avión ucraniano que se estrelló en Shahedshahr, al suroeste de la capital de Teherán, Irán. FOTO LA HORA/AP/EBRAHIM NOROOZI.

Por NASSER KARIMI y JOSEPH KRAUSS
TEHERÁN
Agencia AP

Irán negó hoy que uno de sus misiles haya derribado un avión de pasajeros ucraniano que se estrelló en las afueras de Teherán, y pidió a Estados Unidos y Canadá que compartan la información que tengan sobre el siniestro en el que murieron las 176 personas a bordo.

Líderes occidentales dijeron en la víspera que el avión parecía haber sido alcanzado involuntariamente por un misil tierra-aire horas después de que Irán disparase alrededor de una docena de misiles balísticos contra dos bases de Estados Unidos en Irak para vengar la muerte de su general de mayor rango en un ataque dirigido de Washington la semana pasada.

«Lo que es obvio para nosotros, y lo podemos decir con certeza, es que ningún misil alcanzó el avión», afirmó Ali Abedzadeh, director del departamento nacional de aviación iraní, en una conferencia de prensa.

«Si ellos están realmente seguros, deberían mostrar sus hallazgos al mundo» de acuerdo con los estándares internacionales, agregó.

Recuperar los datos de las llamadas cajas negras del avión _ dos dispositivos de color naranja brillante que almacenan los datos de vuelo y las conversaciones de cabina _ podría tomar más de un mes, y el conjunto de la pesquisa podría alargarse hasta el próximo año, apuntó Hassan Rezaeifar, director del equipo de investigación iraní.

El ataque a las bases iraquíes no causó víctimas mortales, lo que elevó la esperanza de que el enfrentamiento por el asesinato del general Qassem Soleimani pudiese terminar de forma relativamente pacífica. Pero Teherán ha enviado señales contradictorias sobre si da por completadas sus represalias.

Si Estados Unidos o Canadá presentaran evidencia incuestionable de que el aparato operado por la aerolínea ucraniana Ukrainian International Airlines fue derribado por Irán, aunque fuese de forma no intencionada, esto podría tener un dramático impacto en la opinión pública local.

Los iraníes mostraron su apoyo al liderazgo tras el asesinato de Soleimani el pasado viernes, y cientos de miles de personas participaron en actos fúnebres en su honor en varias ciudades en una muestra de unidad y dolor sin precedentes.

Pero la herida por la represión gubernamental de las masivas protestas registradas a finales del año, pasado por una crisis económica agravada por las sanciones impuestas por Washington, sigue abierta.

Estas fisuras podrían volver a manifestarse si las autoridades iraníes aparecen como las responsables de la muerte de 176 personas, en su mayoría iraníes o con doble nacionalidad canadiense e iraní. Irán todavía señala al derribamiento accidental de un avión de pasajeros iraní por parte de las fuerzas estadounidenses en 1988 _ donde murieron todas las 290 personas a bordo _ como prueba de la hostilidad estadounidense.

En esta imagen, se muestran los restos del avión ucraniano que se estrelló poco después de despegar en Irán. FOTO LA HORA/AP/EBRAHIM NOROOZI.

Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña dijeron el jueves que era «sumamente probable» que el avión hubiese sido derribado por Irán, y Washington señaló además que el aparato podría haber sido identificado erróneamente como una amenaza.

El primer ministro de Canadá Justin Trudeau, cuyo país perdió al menos a 63 ciudadanos en el incidente, dijo que «tenemos inteligencia de varias fuentes, incluyendo de nuestros aliados y propia. La evidencia indica que el avión fue derribado por un misil iraní tierra-aire».

Funcionarios estadounidenses no especificaron qué inteligencia tenían que señalar a un misil iraní, que se cree que fue lanzado por el sistema ruso Tor, conocido en la OTAN como el SA-15. Sin embargo, reconocieron la existencia de satélites y otros sensores en la región, así como la probabilidad de intercepciones en la comunicación y otra inteligencia similar.

Los países occidentales podrían vacilar en compartir información de dicho ataque porque llega de fuentes altamente clasificadas.

Irán «ha invitado tanto a Ucrania como a la compañía Boeing a participar en las investigaciones», dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Abbas Mousavi, en declaraciones publicadas por la agencia noticiosa estatal IRNA. Una delegación canadiense formada por 10 personas viajaba al país para atender a las familias de las víctimas, agregó más tarde.

En un primer momento, Teherán dijo que no permitiría la participación de Boeing, en contra de las normas internacionales vigentes sobre pesquisas de accidentes. Más tarde, invitó a la agencia de investigación de siniestros estadounidense a sumarse a los trabajos.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) dijo ayer en la noche que «evaluará su nivel de participación» señalando que su intervención podría verse limitada por las sanciones de Washington al país. Funcionarios estadounidenses expresaron su preocupación por enviar personal a Irán en el clima de tensión actual.

De acuerdo con las normas de la organización de aviación de Naciones Unidas, la agencia estadounidense tiene derecho a participar en el proceso porque el aparato siniestrado, un Boeing 737-800, fue diseñado y construido en Estados Unidos.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, dijo que «no se ha descartado la teoría del misil, pero todavía no se ha confirmado».

En una publicación de Facebook, reiteró su petición a «todos los socios internacionales» _ Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá, en particular _ de compartir información y evidencia relevante del accidente. También anunció sus planes de hablar de la investigación con el secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo la tarde de hoy.

El ministro de Exteriores de Ucrania, Vadym Prystaiko, tuiteó que él y el presidente se reunieron con funcionarios de la embajada de Estados Unidos hoy y obtuvieron «datos importantes» sobre el accidente. El canciller no especificó qué tipo de datos eran, pero agregó que serían «procesados por nuestros analistas».

La aerolínea alemana Lufthansa dijo que sus vuelos y los de sus subsidiarias desde y hacia Teherán se cancelarían los próximos 10 días como medida de precaución por la «incierta situación de seguridad del espacio aéreo alrededor del aeropuerto de Teherán». Otras aerolíneas han realizado cambios para evitar espacio aéreo iraní.

Un reporte preliminar iraní difundido ayer señaló que los pilotos del avión siniestrado nunca hicieron un llamado de ayuda y que la aeronave intentaba volver al aeropuerto cuando se desplomó. En tanto, Ucrania señaló que consideraba el ataque de misiles como una de varias teorías posibles en el incidente, a pesar de la negativa iraní.

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