Carmen Aída Ibarra del Movimiento Pro Justicia explicó los aspectos que resaltan del retraso en la elección. FOTO LA HORA/ARCHIVO

Por Redacción La Hora
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La integrante del Movimiento Pro Justicia, Carmen Aída Ibarra, expresó que no hubo objetividad en el proceso de evaluación realizado por el Consejo de la Carrera Judicial (CCJ) para jueces y magistrados, y mencionó que tener un Consejo independiente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), con la participación de expertos, no dio los resultados esperados.

El pronunciamiento de la activista social se da luego de que el CCJ aprobó a casi todos los jueces y magistrados a quienes les practicó un proceso de medición de desempeño, esto por la manifestación de interés que los togados presentaron para integrar alguna Corte de Apelaciones o la CSJ.

“El haber creado un Consejo en el que los magistrados hubieran metido menos las manos, en donde hubiese expertos independientes formados en las diferentes materias necesarias para gobernar la carrera judicial, no tuvo los resultados esperados”, agregó la profesional.

Asimismo, la experta manifestó que la tendencia del CCJ fue favorecer a todos los evaluados, ya que hubo buenas calificaciones para todos, más para unos que para otros; además resaltó que fue una mala conducta, contraria a la ética, que cuatro de los integrantes del Consejo hayan hecho el “juego de las sillas”.

“Para que ahorita tú me evalúes, al ratito yo te evalúo, y que no hubiese un apartamiento de ellos de ese proceso de evaluación, porque eso obviamente cuestiona mucho más el proceso y pone en mayor duda los resultados”, puntualizó Ibarra.

Los consejeros titulares que participaron en el proceso fueron Carlos Guerra, presidente del ente, las magistradas Gilma Valladares y Carolina Paniagua, asimismo la jueza Martha Valdés, quienes de manera conjunta alcanzaron una nota promedio de 94 puntos.

EN CIFRAS

De 334 evaluados solo dos no alcanzaron la nota mínima de 70 puntos para obtener un punteo satisfactorio, por lo que el 99% del total de los integrantes de la carrera judicial que sometieron a dicho procedimiento superó las pruebas.

En ese contexto, un 34%, entre jueces y magistrados, obtuvieron una nota “sobresaliente”, según la escala de desempeño del CCJ, misma que refiere que un 55% consiguió una nota “muy buena”, mientras que otro 10% alcanzó una ponderación “buena”.

Entre las mejores calificadas se encuentran las magistradas Ingrid Johana Romero Escribá, Sonia Doradea Guerra y Zonia de la Paz Santizo Corleto, quienes fueron ponderadas con una nota perfecta de cien puntos.

El promedio general obtenido por los integrantes de la carrera judicial en este procedimiento fue de 87 puntos, después de que se evaluaron aspectos como la disciplina, gestión de despacho, calidad de las sentencias y méritos académicos, entre otros.

Respecto a estas evaluaciones, con anterioridad, el presidente del Consejo explicó que fue un proceso que se diseñó por mucho tiempo, que este no era rápido ni antojadizo y que era un proceso complejo.

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