MADRID
Agencia DPA/Europa Press
El expresidente de Bolivia Evo Morales ha denunciado hoy al Gobierno del país por la violencia ejercida durante lo que, reiteró, se trató de un golpe de Estado contra su figura en el que sus responsables hicieron caso omiso al «derecho a la vida» de sus partidarios.
«En mi gestión, durante el conflicto, no hubo ningún muerto por balas. Del 11 al 20 de noviembre, los golpistas ocasionaron más de 30 muertos por balas y 400 heridos, ahí radica el salvajismo. Para mí, el derecho a la vida está por encima de todos los derechos», ha escrito Morales en su cuenta de Twitter.
Estos comentarios siguen la línea del discurso iniciado por Morales este fin de semana, en el que reprochó públicamente a su sucesora autoproclamada, Jeanine Áñez, su «racismo» después de que ésta hiciera un llamamiento a evitar que los «salvajes» vuelvan al poder en referencia a las opciones del partido de Morales, el Movimiento Al Socialismo (MAS) de cara a las elecciones generales del próximo 3 de mayo.
«Somos ‘salvajes’ los indígenas, campesinos, fabriles, mineros, sindicalistas, líderes de organizaciones populares, la clase media comprometida. Somos ‘salvajes’ los antiimperialistas, anticapitalistas, antineoliberales y anticoloniales», reivindicó Morales, primer presidente indígena del país.
En una serie de mensajes, Morales ha criticado a los «golpistas» y ha defendido las medidas de sus 14 años de gobierno como la nacionalización de los recursos naturales, la lucha contra la pobreza o el crecimiento económico.
«La usurpadora, ratifica su racismo y odio que siempre tuvo contra el pueblo», ha remachado Morales. «Junto al pueblo hemos luchado 20 años contra los gobiernos neoliberales para detener el saqueo de nuestros recursos naturales. Hemos recuperado la Patria y ahora vamos a defenderla del fascismo y racismo», ha subrayado.
Morales dimitió el 10 de noviembre después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) detectara «irregularidades» en las elecciones presidenciales celebradas el 20 de octubre y en medio de la presión de protestas y la retirada de apoyo de Policía y Ejército.
En un primer momento Morales se instaló en México como asilado político, para después viajar a Cuba por razones médicas. Posteriormente llegó a Argentina como refugiado.
El partido de Morales, el MAS, y sus opositores han llegado a un acuerdo en el Congreso para celebrar otras elecciones presidenciales, si bien han vetado al líder indígena como candidato, por lo que se limitará a ejercer de jefe de campaña.
Ello no ha impedido a Morales calificar este lunes una vez más al informe de la OEA como una excusa para acelerar su caída. «Solo fue el pretexto para ejecutar el golpe», ha esgrimido el ex mandatario boliviano.