SAO PAULO
AP
Uno de los seis sobrevivientes de la tragedia aérea que cobró las vidas de que casi todo el plantel del club brasileño Chapecoense en 2016 anunció su retiro el fin de semana.
Neto, un zaguero de 34 años, pasó dos años en rehabilitación tras el accidente que mató a 71 personas en Colombia. Volvió a entrenar en marzo. Pero dijo en una entrevista que el dolor era demasiado intenso para seguir jugando.
“Estoy de acuerdo con los doctores y el club. Quería un partido de despedida, pero decidí no hacerlo”, dijo Neto a TV Globo.
“Mi cuerpo no aguantaba más. El dolor era más grande que el placer”, añadió.
Neto indicó que los dolores eran más fuertes en las rodillas y la espalda.
La aeronave que trasladaba a Chapecoense rumbo a su primera final internacional, la Copa Sudamericana, contra el Atlético Nacional de Colombia. El avión se quedó sin gasolina y se estrelló contra un cerro cerca de Medellín.
El club del sur de Brasil recibió el título posteriormente, pese a que no jugó la final.
Neto dijo que Chapecoense contempla mantenerle como miembro de su directivo. Agobiado por deudas, el club acaba de descender a la segunda división.
Otros dos jugadores sobrevivieron al accidente aéreo: Alan Ruschel, defensor de 30 años que aún se mantiene activo y fue cedido en préstamo al Goiás de la primera división; y Jackson Follmann, un arquero al que le amputaron parte de la pierna derecha y que quiere representar a Brasil como atleta paraolímpico.