POR MARIELA CASTAÑÓN
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Diony Crucita Baños Cámara, tiene 35 años, es originaria de San Benito Petén y es agente de la Policía Nacional Civil (PNC) desde el año 2008. Actualmente está asignada a la Sección de Capellanía, donde ha destacado por su don de servicio y humanidad en el trato a viudas y viudos de policías, niñez en orfandad y personal discapacitado.
Baños comparte su tiempo entre familia, trabajo y otras actividades. Ella ingresó hace 11 años a la institución policial e inició en la División de Protección a Personalidades, pero después fue cambiada de sección.
“Entré el 15 de febrero de 2008 –a la PNC-, soy de la 21 promoción. A Capellanía vine el 29 de junio de 2009. Antes estaba en la División de Protección a Personalidades y me trasladaron a la Sección de Valor y Servicio. Al principio estaba en Apoyo y Logística (de esa sección), pero en 2010 me asignaron Servicio Social para ver casos de compañeros con discapacidad física, para dar seguimiento a las viudas y niños huérfanos”, explica la agente.
La entrevistada recuerda que se incorporó a la institución policial porque le llamaba la atención el trabajo de uno de sus vecinos, que era policía. Un día decidió incorporarse a la PNC.
De acuerdo con la agente Baños, se siente motivada al observar a sus compañeros discapacitados, quienes a pesar de los desafíos que enfrentan han logrado salir adelante, incluso algunos son atletas.
La agente policial dice que una de las principales razones por las que le gusta su trabajo, es porque puede trabajar con niños.
La entrevistada reconoce que dentro de la institución hay agentes comprometidos y otros que han fallado, pero en su caso, reitera que quiere trabajar para servir a la población y a sus compañeros.
“Queremos trabajar para servir a nuestros ciudadanos y –en mi caso- a nuestros compañeros”, explica.
FOTO LA HORA
SU EJEMPLO Y SUS METAS
Diony Baños siente admiración por su mamá, quien los ha apoyado en su desarrollo integral y a la fecha continúa trabajando.
“Yo admiro mucho a mi mamá, que tiene 73 años y aún trabaja en el laboratorio del Hospital de San Benito Petén, lleva más de 35 años de –laborar-, la admiro por su valentía, porque nos sacó adelante. Me motiva porque a pesar su edad sigue trabajando para la ciudadanía, es paramédico I”, dice.
Las metas de “Crucita” como la conocen en la PNC, es profesionalizarse y estudiar en la universidad para continuar apoyando a la población y a sus compañeros.
“Quisiera continuar en la universidad, tener una licenciatura en trabajo social o psicología para continuar y brindar ayuda profesional. Ahorita me fui a capacitar por medio de servicio civil para orientar en pensiones por viudez, orfandad, invalidez total e irreversible”, indica.
