Marco Trejo
El Diario La Hora se ha caracterizado por ser fiel a sus principios de convertirse en un fiscalizador de los gobiernos de turno. Sus páginas editoriales reflejan esa labor que le corresponde a la Prensa independiente, la cual es la voz, los ojos y los oídos de un pueblo que tiene desesperación e indignación al ver cómo, un grupo de politiqueros, hacen lo que les viene en gana con los impuestos.
Por su línea editorial es considerado como uno de los rotativos más críticos del quehacer de los funcionarios públicos, quienes están obligados a dar cuentas claras de sus acciones al frente de un cargo público de cualquiera de los tres organismos del Estado. Nadie se escapa de la fiscalización pública y menos si son personas que manejan fondos estatales.
La Constitución Política de la República, en su artículo 35 garantiza esta función a los medios de comunicación, que por medio de sus periodistas son los encargados de recabar, diariamente, en las diferentes fuentes de información lo que sucede en el diario vivir del país, para luego trasladar esos datos a la ciudadanía en sus páginas editoriales.
Allí es donde se da la importancia de que una sociedad tenga medios de comunicación independientes, que no se pongan de alfombra a los intereses de algún sector de la población, especialmente de aquellos que manejan los impuestos que recibe el Estado para su funcionamiento, el cual debe ser invertido para buscar desarrollo de los habitantes de este país y no para llenar las cuentas bancarias de algún politiquero.
Lamentablemente no todos los medios de comunicación cumplen esta función y muchas veces se olvidan de fiscalizar el trabajo de los personajes de la cosa pública y se vuelven compinches de ese trabajo sucio que realizan los políticos corruptos, esos funcionarios que se acercan al poder solamente para beneficiarse de proyectos que les permite convertirse, en cuatro años, en los nuevos ricos de este país.
Desafortunadamente en los ocho gobiernos de la era democrática, Vinicio Cerezo hasta la fecha, la cual ha dejado más sombras que luces, se han visto ataques de desprestigio hacia la prensa independiente, que se han acrecentado en el gobierno de Jimmy Morales, quien se ha dedicado a desprestigiar a quienes les cuentan las costillas.
Por esa razón, es que el Diario La Hora es criticado de no ser imparcial en sus páginas editoriales y es tildado de tergiversar la información, pero todo es porque ha develado los negocios turbios y oscuros de la dupla Morales-Cabrera, los cuales se han caído o evitado que se lleven a cabo. Otros medios han emprendido la misma lucha y han conformado una muralla informativa para que este gobierno no se despache a manos llenas.
Lo delicado de todo esto, es que ahora no se mata con balas, si no que se mata con el desprestigio en las redes sociales, se crean cuentas falsas que se dedican a hablar mal de los que velan por una sociedad democrática y por eso es importante que la población, mantenga un filtro en lo que lee, para que los intereses perversos de los politiqueros, no manchen la imagen de medios independientes, que luchan por una sociedad mejor y que nuestros impuestos sean invertidos en infraestructura, educación, salud y servicios esenciales.