Primer ministro de Malta, Joseph Muscat: FOTO LA HORA: JULIEN WARNAND/POOL /AP.

Por STEPHEN CALLEJA
VALETA, Malta
Agencia (AP)

Unos 4 mil manifestantes furiosos en Malta que exigen que el Primer Ministro renuncie de inmediato impidieron brevemente que él y legisladores de su partido salieran del Parlamento ayer, justo cuando crece la presión de la opinión pública por el asesinato de una periodista con una bomba.

La policía evitó que los manifestantes avanzaran hacia el Parlamento, mientras éstos gritaban «¡prisión!» y «¡asesinos!». Posteriormente el primer ministro Joseph Muscat pudo salir por una puerta auxiliar.

El Partido Nacionalista, el principal de la oposición, anunció que boicoteará el Parlamento mientras Muscat siga en el poder. Legisladores de esa agrupación salieron del edificio arrojando al aire billetes falsos, que los manifestantes han empleado como un símbolo de corrupción.

En un discurso a la nación el domingo por la noche, Muscat anunció que renunciará en enero tras la indignación pública por la investigación de dos años del asesinato de la periodista Daphne Caruana Galizia, ocurrido en el 2017, quien investigaba presuntos tratos de corrupción en círculos políticos y comerciales en la pequeña nación de la Unión Europea.

Pero el discurso de Muscat dio cierta impresión de tener la intención de provocar, en vez de apaciguar, a los ciudadanos preocupados por el respeto al estado de derecho. Citó las cualidades «negativas» de la periodista y defendió a los agentes, en aparente respuesta a los alegatos de la familia y simpatizantes de Caruana Galizia de que las autoridades que investigan el caso no revisaron diligentemente los posibles lazos entre el asesino y el gobierno del Partido Laborista.

La familia de la mujer asesinada en su coche presentó una querella legal el lunes contra Muscat, pidiéndole que desista de involucrarse más en la investigación del asesinato y que permita que la corte indague su presunta participación en el caso.

El principal asistente de Muscat, Keith Schembri, fue arrestado después de que su nombre fuera mencionado a la policía durante su investigación, prácticamente vinculando el asesinato con la oficina del primer ministro.

Adrian Delia, líder del Partido Nacionalista, criticó el lunes la desafiante insistencia de Muscat de quedarse en el poder varias semanas más.

«Joseph Muscat quiere seguir manipulando la investigación policial para salvarse a sí mismo y a su mejor amigo», afirmó Delia. Se refería a Schembri, quien renunció a su puesto la semana pasada antes de que la policía lo interrogara por considerarlo una persona de interés en el caso. Schembri, quien luego fue puesto en libertad, ha dicho que no tuvo nada que ver.

El sábado, un prominente comerciante fue acusado de ser quien orquestó el ataque con bomba. El sospechoso, Yorgen Fenech, dueño de un casino y un hotel, se ha declarado inocente en la corte.

El presidente George Vella ha pedido a la nación que mantenga la calma.

«Estos no son tiempos normales, y lo que está pasando ahora no tiene precedentes», afirmó tras el discurso televisado de Muscat.

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