Edith González
“Cuando un hombre se convierte en bombero, ha conseguido su mayor acto de valentía. Lo que hace después está en su línea de trabajo”.
Edward F. Croker.
La historia del bomberismo guatemalteco es apasionante, envolvente y muestra cómo hombres y mujeres se dedican a hacer el bien, sin mirar a quién.
Los Bomberos Voluntarios, la primera institución en surgir en Guatemala, se han ganado el respeto de la sociedad guatemalteca a lo largo de los años. Su historia inició con el embajador de Chile en Guatemala, el licenciado Rodrigo González Allendes. Un domingo el diplomático presenció cómo ardía un restaurante de comida italiana en el centro de la capital y no llegaban los bomberos. No existían. Un “jeep” de la entonces Guardia Nacional llegó con una bomba de agua que era manejada por dos agentes. El fuego destruyó el restaurante. González Allende con ayuda de su gobierno logra que el 16 de agosto de 1951 quede establecido el Cuerpo de Bomberos Voluntarios, sentó las bases de una organización que se dedicaría a la protección de la comunidad, el Cuerpo Voluntario de Bomberos de Guatemala. Hoy por hoy una respetada institución a nivel nacional e internacional.
Posteriormente surgen los Bomberos Municipales fundados en 1956 por el Alcalde de la Ciudad de Guatemala Julio Obiols, como una forma de dar respuesta inmediata a las emergencias que sufrían los ciudadanos en esa época. Es por ello que, con el apoyo de los integrantes del equipo de fútbol Club Deportivo Municipal, Obiols funda la primera sede de este cuerpo de socorro en la 1ra. calle 2-13 de la zona 2, con el objetivo de implementar, entre los servicios que prestaba la comuna, uno que garantizara a los vecinos la certeza de contar con apoyo en casos de emergencias.
Entre los futbolistas, se encontraban el portero Gabriel Urriola quien jugaría en Chile. Los hermanos “Botas” y” El Venado Martínez, Pedro Cobar y Emilio Antonio “El Pato” Hernández.
Y por las mismas necesidades de una creciente población, surgen los Bomberos Municipales Departamentales de la mano de sus comandantes Otto Mazariegos y Carlos Ruiz Burgos.
Ahora los bomberos tendrán a su Presidente de la República. Alejandro Eduardo Giammattei Falla, nació el 9 de marzo de 1956 en ciudad de Guatemala; médico, bombero y político. En las pasadas elecciones, fue electo Presidente de la República de Guatemala, cargo que asumirá el 14 de enero de 2020. Se integró al Cuerpo de Bomberos Municipales y entre las emergencias de mayor impacto en las que participó se encuentra el terremoto de San Salvador.
En la Tercera Estación de los Bomberos Municipales, ubicada en la zona 5 de la capital, fue en donde estuvo el mayor tiempo de alta, prestando servicios de traslados en ambulancias, las cuales salían a las 17:00 horas y regresaban doce horas después y por la cantidad de servicios el personal no dormía.
Seguramente el primer bombero que llega a la Presidencia de la República, tendrá noches, como aquellas de los servicios de ambulancia, no dormirá. Su servicio ahora será para toda una nación. Y todo un pueblo estará pendiente de sus decisiones.
Éxitos, «apagando fuegos», salvando vidas; dándole crecimiento y desarrollo a este hermoso país.
