POR ASTRID GALVÁN/AP
PHOENIX
El gobierno de Estados Unidos separó a miles de familias a pesar de saber que no contaba con la tecnología necesaria para documentar y rastrear su ubicación, según un informe divulgado ayer.
El problema resultó en que algunos padres estuvieron detenidos durante semanas sin saber en dónde estaban sus hijos.
El reporte de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) halló que la agencia carecía de un sistema apropiado cuando agentes de la Patrulla Fronteriza separaron a niños de sus padres que iban a ser acusados de cargos criminales por ingresar al país de manera ilegal.
La mayoría de estas separaciones se llevaron a cabo el primer trimestre del 2018, aunque la Patrulla Fronteriza había llevado a cabo un programa piloto a mediados del año anterior.
El problema hizo que los agentes tuvieran que borrar información sobre admisión inicial de familias que llegaban juntas y reemplazarlas con referencias a «adultos solteros» y «niños no acompañados».
Las tres agencias encargadas de lidiar con las familias inmigrantes también carecían de una forma cohesiva para monitorear el trabajo que hacían los otros, indica el reporte.
Un email enviado el miércoles al DHS en busca de comentarios no ha sido respondido.
La criticada política de separar familias tenía el objetivo de desalentar la inmigración ilegal, pero fue bloqueada por un juez federal que ordenó que el gobierno reuniera a los padres con sus hijos. El presidente Donald Trump también firmó una orden ejecutiva para poner fin a la práctica.
Más de 5,400 niños fueron separados de sus padres entre el 1 de julio de 2017 y el 26 de junio del 2018.
El nuevo reporte indica que agentes de la Patrulla Fronteriza sabían que carecían de la tecnología de rastreo meses antes de que la práctica comenzara y no hicieron nada para abordar el tema.
La reunificación fue caótica porque fue coordinada por correo electrónico y no por un sistema compartido al que pudieran ingresar las tres agencias involucradas.
Además, funcionarios públicos enviaron información delicada sobre niños inmigrantes a través de medios inseguros, y el número de familias que debían reunificarse era demasiado elevado para atenderlo por correo electrónico, halló el informe.
El gobierno de Trump ha continuado con otros programas para reducir la inmigración, obligando a más de 55,000 solicitantes de asilo a esperar en ciudades mexicanas peligrosas mientras sus casos se deciden en las cortes inmigratorias, y exigiendo que miles más esperen antes de incluso poder solicitar asilo.