Jorge Morales Toj

Maya K’iche’, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario, con estudios de Maestría y Doctorado en Derecho Constitucional. Pacifista y Defensor de los Derechos Humanos.

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Jorge Morales Toj
jorgemoralestoj@gmail.com

Desde nuestro ancestral territorio Maya de Guatemala, expreso mi total rechazo al golpe de Estado en contra del presidente constitucional Evo Morales del Estado Plurinacional de Bolivia. Mi total solidaridad con Evo y su pueblo.

En una visita que realicé a Bolivia hace 10 años, pude constatar cómo las instituciones estatales estaban comprometidas con la erradicación de la pobreza y la desigualdad. Pude conocer el proceso de cambio que estaban viviendo los hermanos bolivianos. No olvidaré nuestro acto en Tiwanaco, donde Evo junto a los ancianos se comprometieron a defender sus derechos y su compromiso con la hermandad y la solidaridad entre los pueblos indígenas del continente. Recuerdo que, en su estadía en Guatemala en 2006, hizo un llamado a la unidad de los distintos liderazgos indígenas y campesinos para poder avanzar en la profundizar la paz y la democracia en Guatemala.

Con el gobierno de Evo, los pueblos originarios y los campesinos tuvieron derechos y sus condiciones de vida mejoraron. Según el Banco Mundial: “Durante la década de 2004-2014, la economía boliviana creció a una tasa anual promedio del 4.9% debido a los altos precios de las materias primas y una política macroeconómica prudente. Como consecuencia, la pobreza moderada se redujo del 59% al 39%, entre 2005 y 2014, y el coeficiente de Gini de desigualdad bajó de 0.60 a 0.47.”

El vicepresidente García Linera expone con enorme precisión los logros del presidente Evo Morales: “Los pasados 14 años de Gobierno, los movimientos sociales han tenido como principal característica el proceso de igualación social, reducción abrupta de la extrema pobreza (de 38 a 15 por ciento), ampliación de derechos para todos (acceso universal a la salud, a educación y a protección social), indemnización del Estado (más de 50 por ciento de los funcionarios de la administración pública tienen una identidad indígena, nueva narrativa nacional en torno al tronco indígena), reducción de las desigualdades económicas (caída de 130 a 45 la diferencia de ingresos entre los más ricos y los más pobres), es decir, la sistemática democratización de la riqueza, del acceso a los bienes públicos, a las oportunidades y al poder estatal. La economía ha crecido de 9 mil millones de dólares a 42 mil millones, se amplió el mercado y el ahorro interno, que ha permitido a mucha gente tener su casa propia y mejorar su actividad laboral. Pero entonces esto ha dado lugar a que en una década el porcentaje de personas de la llamada clase media, medida en ingresos haya pasado de 35 por ciento a 60 por ciento, la mayor parte proveniente de sectores populares, indígenas”.

Tras el golpe de Estado y la violencia generalizada de la oposición, el presidente Evo Morales dijo: “No queremos enfrentamientos”, afirmó que renunciaría para propiciar la “pacificación” de Bolivia y que “vuelva la paz social”. No cabe duda el alto compromiso de Evo con la vida y con la paz del pueblo boliviano, tuvo sabiduría y la valentía de evitar un derramamiento de sangre y los golpistas serán juzgados por la historia.

En su salida de Bolivia el vicepresidente Linera dijo: «Luchar, vencer, caerse. Levantarse, luchar, vencer, caerse, levantarse. Hasta que se acabe la vida, ese es nuestro destino» y el presidente Evo Morales reiteró lo dicho por Túpac Katari: “volveremos y seremos millones».

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