Ricardo Rosales Román
(Con ocasión de los 70 años de la fundación del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT), a continuación se presentan fragmentos de una extensa entrevista realizada a Ricardo Rosales Román, Carlos Gonzáles, el último Secretario General del Comité Central del partido, en el que se recogen apuntes y reflexiones en torno al contexto que se vivía en Guatemala en aquella época, y el papel de sus protagonistas. El texto inédito, publicado hoy en La Hora, es resultado de las grabaciones y notas sistematizadas, a partir de 2014, por Édgar Paz, militante del Partido desde 1989 y hasta su disolución).
Uno de los rasgos que caracterizaba la situación del país durante el gobierno de Juan José Arévalo (1945-1951) y al momento de la ascensión del coronel Jacobo Árbenz Guzmán al poder (1951-1954), es la organización de todos los sectores sociales y populares en la lucha por sus demandas más sentidas, las necesidades más apremiantes y, sobre todo, las conquistas de la Revolución.
La Revolución del 44 hizo posible la organización de partidos políticos y dio amplias oportunidades para la fundación de organizaciones de oposición.
Los entonces denominados partidos políticos de la Revolución (el Partido Frente Popular Libertador, el Partido Renovación Nacional (RN) y el Partido de Acción Revolucionaria) reunían a sectores moderados y a las personalidades más comprometidas con la Revolución. Son partidos que le dieron su apoyo a la Revolución de Octubre y la defendieron.
Paralelamente, la situación internacional y la organización obrera y campesina, permitió a otros dirigentes revolucionarios plantearse la posibilidad de organizar el partido de la clase obrera guatemalteca. El esfuerzo no se dio de la noche a la mañana. Se trató de un proceso durante el cual se realizan importantes actividades educativas y de formación ideológica y política.
En la medida en que esto va avanzando, se fue constituyendo un grupo de revolucionarios que tomaron la decisión de trabajar en dirección de la formación del partido marxista leninista en Guatemala. El periodo de formación principia hacia 1947-48.
Cuando en el país se da la formación de estructuras como la Escuela de Formación de Cuadros, el ministro de Gobernación de Arévalo clausura la escuela y encarcela a quienes estaban presentes. Se trató de una expresión del anticomunismo que caracterizaba al ministro de Gobernación, coronel Élfego H. Monzón.
Sin embargo, el trabajo de organización continuó. Luego de reuniones que se realizaron durante varios meses, se llegó a la conclusión de que había que crear la organización marxista leninista de Guatemala. Es así como el 28 de septiembre de 1949, en un acto público celebrado en el cine Variedades de la capital guatemalteca, quedó constituida la organización bajo el nombre de Partido Comunista de Guatemala, PCG. Posteriormente, durante el Segundo Congreso del Partido, adoptó el nombre de Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT).
En el periodo que media entre el 49 y el 51 o 52, Víctor Manuel Gutiérrez, que fue fundador del Partido Comunista de Guatemala, debido a discrepancias, se alejó de esta primera organización y creó una nueva organización comunista. Es decir que en ese periodo coexistían dos fuerzas que eran expresión organizada de la clase obrera guatemalteca.
Víctor Manuel Gutiérrez, posteriormente, reconsideró la posición organizativa que tomó, disolvió su organización e impulsó la unidad orgánica. Así, sus militantes y cuadros, se integraron al Partido Guatemalteco del Trabajo. Allí se desenvolvió y trabajó hasta su captura, asesinato y desaparición de su cadáver, en 1966.
El PGT, en la medida en que se desarrollaron los acontecimientos en el país, fue creciendo. Llegó a tener presencia y organización en toda Guatemala. Esto correspondía a una situación de crecimiento, avance y consolidación de la organización de los obreros guatemaltecos y de los campesinos.
En tanto, los sindicatos guatemaltecos constituyeron su propia central, la Confederación General de Trabajadores de Guatemala (CGTG). Ellos encabezaron la lucha de los obreros y trabajadores guatemaltecos por las conquistas revolucionarias y la defensa de la Revolución y apoyo al gobierno del presidente Árbenz. Los campesinos, a su vez, constituyeron su propia central, la cual reunía a las organizaciones campesinas del país bajo el nombre de Confederación Nacional Campesina (CNC).
Todo esto, era resultado de la cada vez mayor profundización del proceso revolucionario y las medidas adoptadas por el gobierno de Árbenz, a partir de que tomó posesión el 15 de marzo de 1951.
El presidente Árbenz fue electo democráticamente, de manera abrumadora. En esas elecciones, el partido de los comunistas guatemaltecos, apoyó abiertamente la candidatura de Árbenz y los cuatro puntos del Programa de la Revolución: 1) Reforma Agraria. 2) Construcción de la Carretera al Atlántico. 3) Construcción del Puerto de Santo Tomás de Castilla. 4) Construcción de la Hidroeléctrica de Jurúm Marinalá. En pocas palabras, se trataba de la base fundamental de la lucha por la independencia y la soberanía nacional de Guatemala. Y constituyó el principal frente de lucha contra la presencia de los monopolios estadounidenses como la United Fruit Company y la International Rall Ways off Central America (IRCA). Los cuatro puntos, además, fueron tomados como punto central para la exacerbación de la oposición del gobierno norteamericano contra el gobierno de Árbenz.
En la primera etapa de vida del partido, a partir de su constitución, se pueden establecer dos momentos fundamentales. Un periodo de legalidad limitada (1949-1951) y luego de una participación pública y abierta (a partir de 1951 hasta junio de 1954). Ambos periodos son resultado del desarrollo, crecimiento y simpatía que recibió el trabajo de los comunistas, durante esta etapa del proceso revolucionario guatemalteco.
Como contrapartida, se produjo el exacerbado odio hacia el partido y la Revolución, por parte de la reacción, los anticomunistas y la Iglesia Católica guatemalteca. (Continuará).
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