Emilio Matta Saravia
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Esta semana continúa el análisis del Informe Global de Competitividad publicado por el Foro Económico Mundial, en el que Guatemala ocupa la posición 98 de 141 países evaluados. He analizado ya 7 de los 12 pilares que componen dicho índice, y lo he hecho profundizando aún más en cada una de las categorías que componen cada pilar, para determinar qué es lo que hace de Guatemala un país poco competitivo y poco atractivo para los inversionistas extranjeros.
El octavo pilar, donde Guatemala ocupa el puesto 122 del ranking, mide la flexibilidad con la que la fuerza laboral de un país y el grado de aprovechamiento económico del recurso humano. El reporte mide los costos de terminación laboral para un patrono (113), flexibilidad para contratar y despedir trabajadores (75), la cooperación en las relaciones entre empleador y empleado (32), flexibilidad para la determinación de salarios (57), el grado en que las políticas para el mercado laboral ayudan a los desempleados a adquirir nuevas habilidades para nuevas oportunidades laborales (133), nivel de protección de los derechos de los trabajadores (122), facilidad para contratar personas extranjeras (50), la movilidad laboral dentro del país (3), el nivel de profesionalización para puestos gerenciales en las empresas (79), el grado de relación entre el salario y la productividad del empleado (78), proporción de mujeres que participan en la fuerza laboral asalariada (117), impuestos y contribuciones obligatorias que pagan las empresas por sus empleados (62). Es interesante analizar que el ranking de Guatemala es bajísimo a pesar de tener la posición 3 en movilidad laboral dentro del país. Sin embargo, en temas claves como derechos de los trabajadores y apoyo a los mismos al estar desempleados (por favor notar que apoyo en este caso significa dotar de herramientas a las personas para que puedan optar a mejores oportunidades laborales) nuestro país sale muy mal evaluado.
El noveno pilar, llamado profundidad del sistema financiero, en el que se evalúa la accesibilidad al crédito, capital, endeudamiento, seguros y otros productos financieros, así como la estabilidad del sistema financiero de un país, Guatemala se encuentra rankeada en el puesto 81. Se evalúa el crédito domestico otorgado al sector privado (91), el grado de financiamiento bancario otorgado a pymes (49), la accesibilidad de las empresas a capitales de riesgo (71), la capitalización de mercado de las empresas que cotizan en bolsa como % del PIB (124 empatado con dieciséis países más, ya que ninguno tiene empresas que cotizan en bolsa, por lo que es imposible medirlo), costo de primas de seguros (90), solvencia de los bancos (11), cartera morosa (37) y nivel de riesgo de los activos bancarios (105). Se puede observar que el sistema bancario en Guatemala es muy solvente, además de tener un importante apoyo en términos de préstamos bancarios a pymes, comparado con otros países evaluados. Sin embargo, hago la acotación de que me refiero al sistema bancario y no al sistema financiero, Guatemala carece de un sistema financiero, con mercados de capitales desarrollados que ayuden tanto a que las pymes accedan a capitales, como que inversionistas individuales a la propiedad de empresas.