Raymond Wennier

raymondwennier@yahoo.com

Estadounidense residente en Guatemala hace 46 años. Maestría en Administración Educativa, Memphis State University, Memphis, TN. Licenciatura en Pedagogía y Administración Educativa, Universidad de San Carlos de Guatemala, Colegiado activo 410. Trabajo: En áreas urbana y rural guatemaltecas. Consultor Educativo. Docencia y Administración Educativa. Publicaciones: Alrededor de 600 artículos sobre temas educativos de 1,980 a la fecha. Autor del libro "Liderazgo, una nueva conceptualización", 1987.

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Raymond J. Wennier
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Los dos términos utilizados hoy, deben ir siempre unidos; sin SEGURIDAD no hay CONFIANZA y sin CONFIANZA no hay SEGURIDAD.

El tema de seguridad nos preocupa a todos, todo el tiempo. La sensación de inseguridad es tal que cuando salimos de casa, rezamos para que Dios nos devuelva sanos y salvos. Invocamos al poder máximo, clamamos a Aquel que todo lo puede, Aquel, quien es quien es. Es correcto hacerlo porque sin su auxilio estamos perdidos pero es a la vez, una muestra palpable de la falta de confianza en otras personas.

El Estado se organiza para la defensa de sus ciudadanos; en Guatemala tenemos instituciones responsables de velar por esta disposición. Veamos unas ideas.

El Ejército de Guatemala es el encargado de guardar las fronteras contra “invasión extranjera”. No creo que temamos que otro ejército invada nuestro territorio pero SÍ pasan nuestras fronteras a diario, ejércitos del mal, narcos y toda clase de contrabando llegando al aberrante tráfico de personas. ¿Cumple nuestro Ejército su misión? ¿CONFIAMOS en él?

El Ministerio de Gobernación es el encargado de la seguridad interna, de proveer una policía especializada que dé seguridad a los habitantes. Da miedo “toparse” con un policía; no sabemos si actuará honestamente o si terminaremos siendo culpables de algo que nunca sabremos cómo, ni cuándo, ni dónde, sucedió. Tantas historias de complicidad de policías en actos delictivos, hace que perdamos la CONFIANZA en ellos. ¿Cumple este ministerio su misión?

No de gobierno, pero muchas vinculadas a este, son las empresas privadas que dan servicios de seguridad; con excepciones, son temibles. Si prestan servicios en negocios, da pánico su vestimenta y la forma en la que portan el arma; tal pareciera que se les activará en cualquier momento. Aquellas que ofrecen los servicios de guardaespaldas, llamados “guaruras”, tienen la vida de sus “protegidos”, en sus manos, saben a dónde van, con quién, lugares que frecuentan, los Bancos que utilizan, saben la vida y milagros de cada miembro de la familia. ¿Podemos tener CONFIANZA en ellos?

Menciono tres entidades de seguridad, obligadas a cumplir su misión: SEGURIDAD. Pero, si no hay CONFIANZA, no hay SEGURIDAD.

Un tema de vital importancia en estas tres instituciones, es la rendición de cuentas. Las tres están obligadas a presentar cuentas cabales. El Ejército y el Ministerio de Gobernación cuentan con presupuesto financiado por el gobierno, léase pueblo de Guatemala. Sus cuentas han de ser claras, auditadas correctamente y demostrar al pueblo cómo y en qué se invierte además de demostrar la obra realizada para que tengamos CONFIANZA en la SEGURIDAD que deben darnos. Las empresas privadas, que demuestren la probada capacidad y honestidad de sus empleados, de los salarios que les pagan, si van acorde a lo que cobran a sus “asegurados”. Las tres entidades están obligadas a responder a un pueblo que ha perdido la CONFIANZA en ellos. Si quieren recuperarla, que demuestren que son capaces de dar SEGURIDAD porque éticamente están cumpliendo con dar los servicios para los cuales se organiza un Estado.

Si la tercera es necesaria, pregunto cómo es que llegamos a tener que solicitar servicios privados cuando existen los gubernamentales. ¿Negocio? ¿De quién? ¿Para qué? ¿Quiénes mueven estos peones?

Repito, si no hay CONFIANZA, no hay SEGURIDAD y si no hay SEGURIDAD, no hay CONFIANZA.

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