MOSCÚ/AP
Soldados rusos ataviados con uniformes de la Segunda Guerra Mundial marcharon hoy por la Plaza Roja de Moscú recreando un legendario desfile de la época.
El desfile del 7 de noviembre de 1941 vio como los soldados del Ejército Rojo marchaban directamente al frente de la Batalla de Moscú, convirtiéndose en un símbolo de valor y tenacidad frente a unas posibilidades francamente escasas.
Las fuerzas nazis se acercaron a Moscú en octubre de 1941 mientras el Ejército Rojo sufría una serie de devastadoras derrotas luego de que las tropas alemanas iniciaran la invasión de la Unión Soviética el 22 de junio de ese año. Los nazis llegaron a estar a apenas 30 kilómetros (menos de 19 millas) de la ciudad en algunas zonas y sus mandos podían ver los puntos de referencia a través de unos prismáticos.
Con el destino de Moscú en juego, el líder soviético, Josef Stalin, ordenó el desfile para elevar la moral de los defensores de la ciudad. Los mandos soviéticos lograron traer más soldados desde el este y lanzaron una contraofensiva que hizo retroceder a los nazis en su primera gran derrota desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
En la recreación de hoy participaron unos 4 mil soldados, tanques T-34 antiguos y otros vehículos.
Durante la época soviética, cada 7 de noviembre se celebraban desfiles militares para conmemorar el aniversario de la Revolución Bolchevique de 1917. La fiesta se canceló en 2005, pero miembros del Partido Comunista siguen contemplando la efeméride.