HOUSTON
Agencia (AP)
Pese a que la alineación de Golden State no incluía casi a ninguno de sus viejos enemigos, James Harden buscó hacerle daño a toda costa. Lo logró.
Harden totalizó 36 puntos y 13 asistencias para que los Rockets de Houston derrotaran ayer a Golden State por 129-112, en lo que fue la sexta derrota en ocho partidos para los Warriors.
Hace menos de seis meses, un plantel muy distinto de los Warriors eliminó a Houston en los playoffs por tercera vez en cuatro temporadas.
“Eso es parte de la liga”, dijo Harden sobre la forma en que los rostros han cambiado en Golden State, por lesiones o transacciones. “Hay muchas caras diferentes desde la última vez que estuvieron acá. Pero iba a ocurrir en algún momento. Así es esto”.
Harden parece haber superado los problemas ofensivos que lo aquejaron al comienzo de la temporada, al encestar seis de 16 triples. En los primeros seis encuentros anotó apenas 17 de 79 intentos de tres puntos, pero en los últimos dos duelos ha atinado 13 de 32.
Los 292 puntos de Harden en los primeros ocho partidos (36,5 por encuentro) constituyen el mayor total tras ese número de duelos desde que Michael Jordan totalizó 303 en 1988-89.
Russell Westbrook aportó 18 unidades, ocho rebotes y seis asistencias. P.J. Tucker sumó 22 tantos y 11 tablas, Clint Capela añadió 19 puntos y 16 rebotes, mientras que Austin Rivers encestó sus cuatro tiros desde la línea de tres para 12 unidades.
Alec Burks lideró a Golden State con 28 puntos. Eric Paschall tuvo 19 tantos y Glen Robinson III añadió 15 puntos 11 rebotes.
Ambos equipos sufrieron al momento de anotar por momentos en la primera mitad, pero al final del segundo periodo Harden acertó un triple de larga distancia y recibió una falta. El tiro encendió a Harden y a la afición del Toyota Center, incluido el rapero Travis Scott, quien estaba sentado en primera fila.
Houston se fue al medio tiempo con ventaja de 63-52 gracias, en parte, a los 24 puntos de Harden, aunque también ayudado por la mala puntería de Golden State, que atinó apenas el 38,8% de tiros de campo.
En la primera mitad, hubo siete cambios de liderato antes de que Houston comenzara a distanciarse en el marcador.