Por MARTIN CRUTSINGER
WASHINGTON
Agencia (AP)
El déficit comercial de Estados Unidos cayó en septiembre a su nivel más bajo en cinco meses, luego de que las importaciones cayeron más que las exportaciones y de que el país registrara un excepcional superávit de petróleo.
El Departamento de Comercio informó hoy que la brecha de septiembre entre lo que Estados Unidos compra en el extranjero y lo que le vende se redujo en un 4,7% a 52 mil 500 millones de dólares. Esa cifra fue menor que el déficit de agosto, de 55 mil millones de dólares, y constituyó el menor desequilibrio desde abril.
El déficit comercial con China, un tema políticamente delicado, se redujo en un 0,6% hasta alcanzar los 31 mil 600 millones de dólares.
El presidente Donald Trump ha impuesto aranceles a las importaciones chinas por un valor de más de 360 mil millones de dólares. Beijing ha tomado represalias aplicando sus propios aranceles a los productos estadounidenses a medida que las dos economías más grandes del mundo se han enfrascado en una guerra comercial que ha sacudido los mercados financieros mundiales y ha desacelerado el crecimiento económico.
El déficit de septiembre reflejó el hecho de que las importaciones cayeron en un 0,9% a 206 mil millones de dólares, pero las importaciones cayeron aún más rápido, un 1,7%, a 258 mil 400 millones de dólares. Para los primeros nueve meses de este año, el déficit de Estados Unidos se encuentra un 5,4% por debajo del mismo período del año pasado. El déficit para todo el 2018 fue de 627 mil 700 millones de dólares.
En lo que va de año, el déficit con China es un 12,8% inferior al del mismo período del año pasado, aunque sigue siendo la mayor asimetría comercial que tiene Estados Unidos con cualquier otro país.
Los dos países tratan actualmente de finalizar un acuerdo comercial de primera fase que aborde algunas de las quejas del gobierno estadounidense, de que China está robando tecnología estadounidense y realizando otras prácticas comerciales desleales.
Los inversionistas confían en que un acuerdo de primera fase detenga la imposición de más aranceles. Estos impuestos comerciales han interrumpido las cadenas mundiales de suministro y han provocado que las empresas retiren sus inversiones, lo que ha provocado un crecimiento económico más lento en Estados Unidos y otros países.